Este artículo se publicó hace 17 años.
Un estudio advierte que la implantación de dispositivos médicos predispone a contraer infecciones
La introducción en el cuerpo de un paciente de elementos extraños como son válvulas, catéteres intravasculares, prótesis articulares, sondas urinarias y tubos de ventilación, entre otros dispositivos médicos, predispone a contraer infecciones bacterianas de difícil tratamiento.
Así lo recoge un estudio elaborado por un grupo de doctores de la Clínica Mayo de Rochester (EE.UU), en el que participa el especialista en Microbiología de la Clínica Universitaria de Navarra (CUN), José Luis del Pozo, y que ha comprobado que estas infecciones se producen por la tendencia de algunos tipos de bacterias a adherirse a las superficies de los biomateriales con los que se fabrican los dispositivos médicos.
Según señaló el centro navarro en una nota, entre los biomateriales más habituales figuran la silicona, poliuretano, polivinilo, teflón, titanio y acero inoxidable.
Explican las mismas fuentes que algunas bacterias son capaces de adherirse a un biomaterial y multiplicarse constituyendo verdaderas microcolonias que "componen auténticas redes de microorganismos, organizados en numerosas capas".
La suma de estas microcolonias, con un elevado grado de hidratación, constituye una película denominada biofilm que dificulta e incluso, en ocasiones, imposibilita la actuación de los mecanismos de defensa del paciente así como de los antibióticos, según Del Pozo.
No obstante, el estudio constata también que los biofilms pueden aparecer implicados en infecciones no asociadas a la presencia de cuerpos extraños, "como ocurre, por ejemplo, en el caso de las infecciones respiratorias en pacientes con fibrosis quística".
En general, los procesos infecciosos en los que esta implicada la formación de biofilms son muy numerosos y entre ellos figuran las infecciones bucodentales, las del tracto respiratorio en pacientes con fibrosis quística o bronquiectasias, o las infecciones asociadas a catéteres intravasculares, a prótesis articulares, o a prótesis auditivas, entre muchas otras.
El trabajo alerta además sobre la frecuente aparición de las infecciones asociadas a biofilms, "que pueden llegar a representar hasta el 60% de todas las infecciones bacterianas", según Del Pozo, quien además advierte de que son infecciones "muy difíciles de diagnosticar ya que, al permanecer las bacterias adheridas al biomaterial, no es posible cultivarlas utilizando las técnicas habituales".
La elevada resistencia de estas bacterias a la acción de los antibióticos provoca que en muchas ocasiones la única manera de tratar este tipo de infecciones "sea retirando el dispositivo, lo que provoca un gran gasto económico y una elevada morbilidad", e incluso en algunas ocasiones cierta mortalidad.
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