Este artículo se publicó hace 13 años.
Estudio asocia aditivo alimenticio GMS con aumento de peso
Por Adam Marcus
El aditivo alimenticiollamado glutamato monosódico (GMS), generalmente asociado conlos alimentos chinos y las cefaleas después de comer,aumentaría el tamaño de la cintura.
Un equipo descubrió que las personas que ingieren más GMSson más propensas a tener sobrepeso u obesidad. Y eso no sedebió simplemente a que comían gran cantidad de alimentoscalóricos cargados de GMS, ya que la relación se mantuvo trasconsiderar las calorías totales.
Ka He, experto en nutrición de la University of NorthCarolina en Chapel Hill, que dirigió el estudio, indicó queaunque el riesgo de engordar atribuible al GMS fue "modesto",las consecuencias para la salud pública son significativas.
"Todos lo consumen", dijo a Reuters Health.
El GMS es uno de los aditivos alimentarios más utilizadosen el mundo. Aunque tiende a ser más común en Asia, losestadounidenses lo consumen con los alimentos procesados, desdepapas fritas hasta sopas enlatadas.
Se estima que un estadounidense consume 0,5 gramos de GMSpor día, mientras que un japonés o un coreano ingiere entre 1,5y 10 gramos diarios. Aunque se lo considera seguro, algunaspersonas se quejan de dolor de cabeza, náuseas y otrasreacciones.
En el nuevo estudio, publicado en American Journal ofClinical Nutrition, el equipo de He siguió a más de 10.000adultos de China durante unos 5,5 años.
Los autores midieron el consumo de GMS según el peso antesy después de los productos, como botellas de salsa de soja. Losparticipantes estimaron el consumo en tres períodos de 24horas.
Los hombres y las mujeres que más GMS consumían (5 gramospor día) eran un 30 por ciento más propensos a pesar más alfinal del estudio que los que menos GMS ingerían (menos de 0,5gramos diarios). Tras excluir a las personas con sobrepeso alinicio del estudio, ese riesgo creció al 33 por ciento.
Se desconoce la causa de la relación entre el GMS y elaumento de peso. Pero He señaló que estaría asociado con laleptina, la hormona que regula el apetito y el metabolismo, yaque el equipo halló que los que más GMS consumían, más leptinaproducían.
"El consumo de GMS induciría la resistencia a la leptina",dijo el autor, por lo que el organismo no podría procesarcorrectamente las calorías de los alimentos. Eso explicaría porqué los que más GMS consumían, más engordaban, sin importar lacantidad de calorías ingeridas.
Pero a Ivan E. de Araujo, neurobiólogo de la YaleUniversity y experto en los efectos del GMS en la leptina, losresultados no lo convencieron.
Las células grasas liberan la leptina y a medida que laspersonas engordan, van teniendo más leptina en sangre, comentó.Por lo tanto, el efecto del GMS en el nivel de leptina en elorganismo sólo reflejaría el aumento de la masa corporal.
El equipo sugiere que la exposición prolongada a grandescantidades de GMS activarían la resistencia a la leptina aldañar el hipotálamo, pero Araujo considera que esa teoría "esbastante especulativa por la falta de pruebas directas" de queel GMS en cantidades alimentarias normales pueda producir algúndaño físico en esa zona del cerebro.
Según Araujo, es "curioso de algún modo" que el aumento depeso moderado se haya limitado al grupo que más GMS consumía.El científico observó que ese grupo también era el que más salingería, lo que, para él, ya causa retención de líquidos yaumento de peso.
El equipo de He intentará estudiar si dejar de consumir GMStiene algún efecto positivo en la salud asociado con el cambioalimentario.
FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, junio del2011
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