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Estudio asocia consumo de bebidas dulces con peso de lactantes

Reuters

Por Andrew M. Seaman

Un estudio sobre niñoshispanos del sur de California demostró que los bebésalimentados con leche materna por más tiempo y que ingerían unpoco o nada de bebidas dulces eran un 50 por ciento menospropensos a ser obesos que los que no recibían leche materna yconsumían gran cantidad de bebidas dulces.

La investigación, publicada en American Journal of ClinicalNutrition, es una de las primeras miradas a los efectoscombinados de la lactancia y la cantidad de bebidas dulces(gaseosas y jugos) que consumen los niños en los primeros añosde vida.

"Lo que sucede es que las madres amamantan a sus bebés y amenudo les dan jugos o Gatorade. No se dan cuenta de que esotiene un efecto contrario", dijo Jaimie Davis, profesora deUniversity of Southern California.

El equipo de Davis comparó a un grupo de niños alimentadossólo con leche materna durante el primer año de vida con ungrupo de niños alimentado con leche materna durante períodos máscortos o sin leche materna y con bebidas dulces.

Todos tenían entre 2 y 4 años; sus datos estaban en unregistro de familias del Condado de Los Angeles que recibíanayuda económica para comprar alimentos.

Con entrevistas telefónicas y el análisis de los registrosde altura y peso, el equipo determinó que el 15 por ciento delos 1.480 niños estudiados era obeso y el 27 por ciento teníasobrepeso.

Los niños amamantados durante el primer año de vida (326niños) eran un 55 por ciento menos propensos a ser obesos que elotro grupo. Los niños que no habían consumido bebidas dulces,independientemente de si habían sido o no amamantados, eran un70 por ciento menos propensos a ser obesos que los que másbebidas endulzadas habían ingerido.

Los niños alimentados con leche materna durante un año o másy sin bebidas dulces eran un 60 por ciento menos propensos a serobesos que los niños que habían consumido gran cantidad debebidas dulces y no habían sido amamantados.

Los niños amamantados durante por lo menos 12 meses y quecomenzaron a consumir bebidas dulces en la niñez también eranmenos propensos a ser obesos.

Aunque los resultados no prueban que las bebidas dulces o lalactancia sean la causa de estas variaciones del peso, el equipoconsidera que la lactancia materna podría programarbiológicamente el metabolismo y la conducta alimentaria de losniños para protegerlos de la obesidad.

Alison Ventura, profesora de ciencias de la nutrición de laDrexel University, en Pensilvania, consideró que los resultadosdemuestran que los beneficios de la lactancia materna seprolongan en el tiempo.

"Existen muchos estudios que asocian la obesidad con lalactancia, pero es bueno ver que uno va aún más allá", dijoVentura, que no participó del estudio.

Según Elizabeth Mayer-Davis, profesora del Departamento deNutrición de la University of North Carolina, en Chapel Hill,los resultados son importantes para la salud pública porque escomún que las madres suspendan la lactancia y les den a susbebés bebidas dulces, como jugos.

"No hay diferencia con los tés dulces o las gaseosas", dijoMayer-Davis, que no participó del estudio.

"Estamos haciendo que estos niños engorden a una edad muytemprana", finalizó Davis.

FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, online 14 dediciembre del 2011

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