Este artículo se publicó hace 14 años.
Otro estudio descarta relación entre vacuna triple y el autismo
Por Amy Norton
Una investigación aporta máspruebas de que la vacuna contra el sarampión, las paperas y larubeola no está asociada con un mayor riesgo de autismo.
La preocupación de que la vacuna podría causar autismosurgió hace una década cuando el médico británico AndrewWakefield, que había hecho un estudio sobre 12 niños, propusola existencia de una relación entre esa inmunización y lasenfermedades del colon y el autismo.
Ese estudio fue muy desacreditado y varios trabajosinternacionales no lograron identificar la relación entre lavacuna triple viral y el autismo.
La nueva investigación incluyó a 96 niños polacos de entre2 y 15 años con diagnóstico de autismo. Comparó a cada niño condos chicos sanos de la misma edad y sexo, tratados por el mismomédico.
Algunos de los niños habían recibido la vacuna y otros no,o sólo se les había aplicado la inmunización contra elsarampión.
Polonia introdujo la vacuna después de otros países enEuropa, pero en la última década, ésta fue reemplazando a quese solía administrar contra el sarampión.
El estudio halló que los niños inmunizados con la tripleviral tuvieron menos riesgo de desarrollar autismo que aquellossin vacunar. Tampoco hubo evidencias de un aumento de eseriesgo con la vacuna contra el sarampión.
"Los padres deben convencerse de la seguridad de la tripleviral", escribió a Reuters Health la doctora DorotaMrozek-Budzyn, de la Universidad de Jagiellonian, en Cracovia.
La experta dijo que las infecciones que previene la vacunapueden tener complicaciones graves.
El sarampión, por ejemplo, puede causar neumonía oinflamación cerebral y los Centros para el Control y laPrevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sussiglas en inglés) estiman que mueren uno o dos niños por cada1.000 que contraen el virus.
Las paperas pueden causar inflamación testicular dolorosa,inflamación cerebral y, en casos raros, pérdida de laaudición.
La mayoría de los niños en el estudio había recibido lavacuna triple o la del sarampión, según el artículo apublicarse en Pediatric Infectious Disease Journal.
De los 96 niños autistas, ocho no tenían la vacuna contrael sarampión, mientras que el 41 por ciento tenía la tripleviral y la mitad, la inmunización contra el sarampión.
El 55 por ciento de los chicos sanos tenía la triple viral,mientras que el 45 por ciento estaba vacunado sólo contra elsarampión; un solo niño no tenía vacuna alguna.
Cuando el equipo se concentró en los niños vacunados antesdel diagnóstico de autismo, el equipo halló que los que habíanrecibido la vacuna triple viral tenían un 83 por ciento menosriesgo de desarrollar autismo que aquellos sin inmunizar.
La vacuna contra el sarampión estuvo asociada con unadisminución del 56 por ciento de ese riesgo.
Cuando el equipo estudió a los chicos inmunizados antes dela aparición de los síntomas de autismo, la vacuna triple viralvolvió a estar asociada con una reducción del riesgo dedesarrollar el trastorno. La inmunización contra el sarampiónno modificó el riesgo de autismo.
El estudio no responde por qué los niños vacunados tuvieronmenos riesgo de desarrollar la enfermedad. Pero unaposibilidad, según Mrozek-Budzyn, es que algunos pequeñosempezaran a mostrar posibles signos de autismo o de otrosproblemas de salud antes de recibir esas vacunas y por ellomédicos y padres habrían evitado la inmunización.
FUENTE: Pediatric Infectious Disease Journal, mayo del 2010
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