Este artículo se publicó hace 12 años.
Estudio respalda la seguridad de las vacunas en los bebés
Por Amy Norton
Aunque la vacuna tripleviral está asociada con un aumento del riesgo de desarrollar unarara enfermedad de la sangre, eso no sucedería con otras vacunaspediátricas.
Esa enfermedad, conocida como púrpura trombocitopénicainmunitaria (PTI), aparece cuando el sistema inmunológicodestruye las células sanguíneas llamadas plaquetas. Esto impideque la sangre se coagule, lo que produce derrames subcutáneos,hematomas, sangrado nasal o, rara vez, complicaciones graves,como hemorragias cerebrales.
Los médicos saben que la vacuna triple viral contra elsarampión, las paperas y la rubeola puede provocar PTI, con laaparición de un episodio leve y pasajero. Se estima que la PTIaparece en una de cada 40.000 dosis de la triple viral.
Pero se desconoce qué sucede con otras vacunas. "Es unaenfermedad muy extraña y sólo rara vez la produciría unavacuna", aseguró el doctor Sean T. O'Leary, del Hospital deNiños de Colorado, en Aurora, y autor principal del estudio.
El equipo de O'Leary analizó las historias clínicas de 1,8millones de bebés y niños de Estados Unidos vacunados entre el2000 y el 2009. En ese tiempo, a 197 niños se les diagnosticóPTI.
Los autores compararon el riesgo de que un niño desarrollePTI en los 42 días posteriores a la inmunización con otrosperíodos y no hallaron evidencia de que otras vacunas, aparte dela triple viral, estuvieran asociadas con un aumento del riesgode que los pequeños desarrollaran PTI. El escenario fue distintocon los niños más grandes, según publica la revista Pediatrics.
En el grupo de entre 7 y 17 años, la vacuna contra lahepatitis A estuvo asociada con un aumento del riesgo dedesarrollar PTI. Lo mismo ocurrió en el grupo de entre 11 y 17años, pero con la vacuna contra la varicela y la difteria, eltétanos y la tos convulsa acelular (DTaP).
Pero eso sólo fue a partir de uno o dos casos de PTIasociados con cada vacuna. "De modo que los resultados no sonconcluyentes", enfatizó O'Leary.
La PTI suele desaparecer en el tiempo y sin tratamiento. Lamayoría de los casos ocurre entre el año y los 3 años de edad.El equipo asegura que puede decir "con bastante seguridad" queen ese grupo etario no hay una relación entre la PTI y lasvacunas, excepto la triple viral.
Por otro lado, la PTI es tan poco frecuente en los niños ylos adolescentes que O'Leary dijo que habría que estudiar aúnmás la posible asociación.
"No creo que los padres tengan que preocuparse", dijo elautor. Aun con la vacuna triple viral, los expertos insisten enque los niños son más propensos a desarrollar PTI si adquierenlas infecciones virales que la vacuna previene.
Por ejemplo, el riesgo de que un niño desarrolle PTI despuésdel sarampión es 10 veces mayor que con la aplicación de latriple viral, explicó O'Leary.
La vacuna triple viral contiene versiones debilitadas (no"muertas") de los virus; en algunos niños, la respuesta desistema inmune a esos virus produce un ataque anormal contra lasplaquetas, quizás en los niños con una vulnerabilidad genética.
"Este estudio es un ejemplo de que estamos controlando laseguridad de las vacunas", dijo el autor. "Continuamente seestán vigilando los efectos adversos graves y éste (la PTI) esuno de las pocas complicaciones conocidas de la vacunación",finalizó.
FUENTE: Pediatrics, online 9 de enero del 2012
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