Este artículo se publicó hace 15 años.
Un estudio sitúa hachas de mano de yacimientos del sureste hace 900.000 años
Las hachas de mano pertenecientes a dos yacimientos del sureste peninsular proceden de hace unos 900.000 años según una nueva datación, lo que podría convertirlas en las más antiguas de Europa y que también supondría que el Estrecho de Gibraltar fue lugar de paso para los homínidos desde África.
El estudio realizado por Gary R. Scott y el español Luis Gibert en el Berkeley Geochronology Center (California) y que mañana publica la revista científica británica "Nature", ha analizado los yacimientos de la Solana del Zamborino (Granada) y el de Cueva Negra (Murcia).
El trabajo demuestra que estos yacimientos datados inicialmente en el Pleistoceno Superior, entre 100.000 años y 400.000 años, tienen una edad mínima de 760.000 años en el caso de la Solana de Zamborino y de alrededor de 900.000 años en el de Cueva Negra.
"Este nuevo análisis convierte a Cueva Negra en el yacimiento con industria de bifaces más antiguo de los que se han datado hasta el momento en Europa", según ha explicado Gibert en declaraciones a Efe.
Este descubrimiento es el resultado de un estudio geocronológico más amplio que se está realizando en el sureste peninsular que indica que existió una ocupación humana continuada en esta zona y que la presencia de evidencias de la cultura olduwaiense y de la achelense, ambas con origen africano, acercan la cultura europea a la africana.
Los bifaces aparecen en África hace 1,5 millones de años y su importancia radica en que se asocian con el Homo ergaster o el Homo erectus, "porque la construcción de herramientas con formas predeterminadas y simétricas implica una mayor capacidad cognitiva", ha apuntado Gibert.
Este investigador ha recalcado que la aparición de la industria olduwaiense y achelense más antigua de Europa en el sureste peninsular, que es extremadamente rico en bifaces, indica que "el Estrecho de Gibraltar funcionó como una barrera permeable a los homínidos durante el Pleistoceno Inferior y que probablemente lo cruzaron en varios momentos".
Además, la presencia de fauna africana en el yacimiento murciano de Cueva Victoria y la casi total ausencia de bifaces entre el este de Italia e Israel, apoyan esta teoría.
"Hasta ahora los yacimientos habían sido datados sólo por criterios arqueológicos por lo que la industria muy elaborada los situaba en una edad mucho más moderna a la real", ha señalado Gibert.
En esta nueva datación los investigadores han utilizado la técnica del paleomagnetismo que permite registrar los cambios que se han dado en la polaridad del canto magnético terrestre a través de sedimentos que tienen minerales con hierro.
Por otro lado, en el análisis también se ha tomado como referencia la fauna de fósiles vertebrados, principalmente pequeños mamíferos, que van evolucionando a lo largo del tiempo y permiten la construcción de biozonas para describir la fauna de un periodo concreto.
Gibert ha explicado que "en ocasiones los criterios arqueológicos resultan insuficientes porque los bifaces representan como mucho el cinco por ciento del conjunto de un yacimiento y la inexistencia de estos utensilios no siempre indica que tenga mayor antigüedad sino que lo más probable es que el registro no sea lo suficientemente amplio para contener estas herramientas".
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