Este artículo se publicó hace 13 años.
Estudios por imágenes son mal utilizados en cáncer de próstata
Por Genevra Pittman
Un estudio sugiere que losmédicos estarían indicando demasiadas tomografíascomputarizadas (TC) o gammagrafías óseas para pacientes concáncer de próstata de bajo o mediano riesgo, en los que no serecomienda utilizar esos exámenes.
El objetivo de esos estudios es controlar si el cánceravanzó más allá de la próstata en los hombres con tumores dealto riesgo. Utilizarlos en otros pacientes es riesgoso porquela TC los expone a pequeñas dosis de radiación, que estánasociadas con la aparición de futuros cánceres, y aumenta loscostos del sistema de salud con pocos beneficios.
Los resultados sugieren también que no se les indican estosestudios a la suficiente cantidad de pacientes con cánceres dealto riesgo, lo que significa que algunos reciben tratamientopara la enfermedad localizada (en la próstata solamente) que esinútil si el cáncer se diseminó.
"Entre los pacientes de alto riesgo, esos son los quepueden tener nódulos linfáticos positivos o cáncer diseminadoal hueso", explicó el doctor David Samadi, cirujano del CentroMédico Mount Sinai, de Nueva York, y que no participó delestudio.
"En los cánceres de bajo riesgo, la posibilidad de obtenerun resultado positivo en una TC o gammagrafía ósea es muybaja", añadió Samadi.
Las guías de la Asociación Estadounidense de Urologíarecomiendan utilizar otros procedimientos, como el análisis delantígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés)para determinar el riesgo que tiene un paciente de tener uncáncer avanzado, y usar los exámenes por radiación paraestablecer el mejor tratamiento cuando la enfermedad es de altoriesgo.
El equipo del doctor Jim Hu, del Brigham and Women'sHospital, en Boston, analizó con qué frecuencia los médicoscumplen esas recomendaciones.
Para eso, consultó una base de datos de beneficiarios de lacobertura federal Medicare con cáncer de próstata diagnosticadoen el 2004 y el 2005; en total, reunió 30.000 casos.
El uso de la gammagrafía ósea y la TC era más común en loshombres con cáncer de alto riesgo. El 60 por ciento de esospacientes se había realizado por los menos uno de esos test.
Pero también un tercio de los pacientes con cánceres debajo riesgo y casi la mitad de los hombres con tumores demediano riesgo se había realizado un test entre el diagnósticoy el inicio del tratamiento.
El equipo estimó que el costo para Medicare de los exámenesinnecesarios en pacientes con cáncer de bajo y mediano riesgoen ese grupo en dos años fue de 3,6 millones de dólares.
Los exámenes por imágenes adicionales, que las guías norecomiendan, "aumentan significativamente el gasto de Medicaresin mejorar la calidad de la atención de los hombres a los quese les diagnostica cáncer de próstata", escribe el equipo en larevista Cancer.
Y cada TC expone a los pacientes a una pequeña dosis deradiación y a una oportunidad para que los médicos detectenalgo "incidental", que no sería una amenaza, pero que losobliga a hacer más test o procedimientos, finalizó Samadi.
FUENTE: Cancer, online 5 de agosto del 2011
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