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Estudios pulmonares por imágenes pueden generar sobrediagnóstico

Reuters

Por Frederik Joelving

Investigadores de EstadosUnidos afirman haber encontrado signos claros de que se estánsobrediagnosticando los coágulos sanguíneos en los pulmones, loque expone a los pacientes a efectos farmacológicos adversospotencialmente peligrosos.

Según las cifras nacionales analizadas, la tasa de lasllamadas embolias pulmonares (EP) casi se duplicó con laintroducción de un nuevo test diagnóstico muy potente hace más deuna década.

Aun así, se registró una leve disminución de la mortalidad enel mismo período, lo que sugiere que gran parte de esos coáguloseran demasiado pequeños para causar daño.

"Más que una epidemia, la incidencia aumentada de las EPrevela un epidemia de test diagnósticos que generó unsobrediagnóstico", escribe el equipo en Archives of InternalMedicine.

Cada año, más de 600.000 estadounidenses sufren una EP. Laembolia suele ocurrir cuando un coágulo viaja desde las piernashacia los pulmones, a veces con resultados fatales.

Pero con las herramientas disponibles, cada vez mássofisticadas, los médicos estarían detectando coágulos que, enrealidad, jamás hubiesen sido fatales.

Una de esas herramientas es la tomografía computada de tórax,que produce imágenes detalladas con altas dosis de radiación yque anualmente se utiliza en millones de pacientes de EstadosUnidos.

Antes de 1998, cuando se introdujo la técnica, se lediagnosticaba EP anualmente a 62 de cada 100.000 estadounidenses.Después de 1998, la cifra trepó a 112 de cada 100.000.

Pero la mortalidad por EP disminuyó levemente: de 12,3 cada100.000 personas en 1998 a 11,9 cada 100.000 en el 2006. "Estocoincide con el sobrediagnóstico de la EP que causó algo deproblemas, pero no muertes", dijo la doctora Renda SoylemezWiener, de la Boston University, y que participó del estudio.

Por otro lado, los anticoagulantes para tratar los coágulossanguíneos elevan el riesgo de sangrado en el cerebro o en eltracto gastrointestinal.

Según los resultados, esas complicaciones crecieron de tres acinco de cada 100.000 pacientes hospitalizados por EP al añocuando los médicos empezaron a usar la TC de tórax.

"Los médicos deberían pensar cuidadosamente sobre laprobabilidad de que el paciente tenga una EP antes de ordenar eltest", dijo Wiener.

Pero todavía no hay una solución simple para este problema,ya que los coágulos sin tratamiento pueden ser fatales, agregó."En este momento, es un lugar difícil para el paciente", finalizóla autora.

FUENTE: Archives of Internal Medicine, online 9 de mayo del2011

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