Este artículo se publicó hace 16 años.
ETA asesina a un guardia civil y los partidos responden con unidad y firmeza
La banda terrorista ETA ha asesinado hoy al guardia civil Juan Manuel Piñuel y herido a otros cuatro agentes con una furgoneta-bomba junto al cuartel de Legutiano (Alava), atentado que ha motivado la unidad de los partidos políticos para actuar conjuntamente contra el terrorismo.
Además, en la explosión resultaron heridos también cuatro agentes, dos mujeres y dos hombres, uno de ellos se encuentra grave y todos han sido trasladados a los hospitales de Santiago y Txagorritxu, en Vitoria.
Durante la sesión parlamentaria de esta tarde, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha efectuado un llamamiento a todos los grupos políticos para seguir caminando "juntos y unidos" frente al terrorismo. El líder del PP, Mariano Rajoy ha respondido ofreciendo "todo" su apoyo para recuperar el consenso en materia antiterrorista.
La primera sesión de control al Gobierno de la legislatura había comenzado con una declaración institucional de unidad frente al terrorismo y condena del atentado en Legutiano, y con un minuto de silencio seguido por todos los diputados.
Los mensajes de unidad entre los demócratas se materializaron cuando el líder del PP, Mariano Rajoy, el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, y el de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, anunciaron que habían decidido renunciar a las preguntas que iban a formular hoy en el Congreso al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Horas antes, el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, había leído un documento firmado por todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria, los sindicatos y la patronal, en el que se comprometen a "responder con unidad y firmeza" a ETA, hasta "derrotarla definitivamente a través de la fuerza exclusiva del Estado de Derecho".
El atentado tuvo lugar a las 2.58 de la pasada madrugada cuando una furgoneta-bomba, cargada con alrededor de 300 kilos de explosivo, hizo explosión junto al cuartel de Legutiano, sin que se hubiese recibido ninguna llamada avisando de su colocación.
Los partidos políticos con representación en el Congreso han respondido al asesinato del guardia civil Juan Manuel Piñuel con una declaración conjunta y unánime en la que se han comprometido a "responder con unidad y firmeza" a ETA.
El texto refleja el compromiso de los partidos de dar una respuesta unánime a ETA, después de que la banda asesinara la pasada madrugada al guardia civil.
A consecuencia de la explosión, cuatro personas han resultado heridas. Tres permanecen en los hospitales de Santiago y Txagorritxu, en Vitoria, aunque sus vidas no corren peligro, mientras que la cuarta persona ya ha sido dada de alta.
Esta mañana, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, había explicado que en el momento de la explosión en la casa cuartel se encontraban 29 personas, entre ellas cinco niños. Rubalcaba se trasladó esta mañana hasta el lugar del atentado y después visitó a los heridos.
Uno de los heridos quedó sepultado entre los escombros del cuartel, que ha sufrido importantes daños materiales debido a la potencia del artefacto y se encuentra semiderruido.
Los terroristas han actuado de forma similar al atentado de Durango, ya que llegaron en dos coches, dejaron uno cargado con los explosivos y huyeron en el otro. El segundo vehículo, un Peugeot 306 que fue robado el pasado 14 de abril, ha sido hallado en el puerto de Urkiola.
Los expertos antiterroristas atribuyen al "comando Vizcaya", el más activo desde el fin de la tregua en diciembre de 2006, la autoría del atentado en el que ETA podría haber utilizado cerca de 300 kilos de explosivos, según apuntan las estimaciones iniciales.
La explosión, ocurrida a las 2:58, sorprendió a Juan Manuel Piñuel cuando estaba alertando por teléfono al Centro Operativo de Seguridad (COS) de Vitoria de la presencia de una furgoneta sospechosa junto a la casa cuartel. La llamada se cortó y minutos después otro agente del mismo acuartelamiento telefoneó al COS para comunicar que había tenido lugar un atentado.
La capilla ardiente del guardia civil ha sido abierta a las cinco menos cuarto de la tarde en la subdelegación del Gobierno en Álava. El féretro fue recibido por el ministro del Interior.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha llegado a la misma a las seis de la tarde.
Rodríguez Zapatero ha impuesto a los restos mortales del agente la cruz de oro al mérito de la Guardia Civil y ha transmitido sus condolencias a sus familiares. Posteriormente ha visitado los dos hospitales de Vitoria donde permanecen ingresados y fuera de peligro tres de los cuatro heridos en el atentado.
Minutos después de que Rodríguez Zapatero abandonara la capilla ardiente, han llegado a la misma el presidente del PP, Mariano Rajoy, y la presidenta de este partido en el País Vasco, María San Gil, después de visitar a los heridos.
El Rey y el Príncipe también han transmitido sus condolencias a la familia, a través de sendos telegramas.
El funeral en memoria del guardia civil asesinado se celebrará mañana jueves a las 10:30 horas en la Catedral Nueva de Vitoria y está previsto que asistan al mismo los Príncipes de Asturias, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega y del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
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