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ETA asiste a una revuelta entre sus bases acosada por la Policía

Interior cree que la desarticulación de la red de zulos en Francia la ha dejado desorientada. Se teme,sin embargo, una acción a la desesperada para imponer su autoridad en el mundo abertzale

PEDRO ÁGUEDA

Arnaldo Otegi tiene un número en la cabeza: 220. La Policía francesa otro: 218. Ambos hacen referencia a la cifra de miembros que ETA tiene en activo en estos momentos. Tanto el portavoz de Batasuna, según las conversaciones que se le han intervenido en la cárcel, como las Fuerzas de Seguridad, españolas y francesas, celebran que las filas de la banda no estén más nutridas, aunque por distintas razones.

El hecho de que los Servicios de Información compartan un conocimiento tan preciso de la situación interna de ETA, coincidente con la del dirigente abertzale, da cuenta de la debilidad en la que se encuentra la organización terrorista. Nunca anduvo tan escasa de miembros la banda y nunca tuvo el 'enemigo' tanta información sobre ella.

En esta precariedad encuentran los Servicios de Información el principal motivo del actual parón de ETA.

Pero los agentes que llevan décadas entregados a combatir la amenaza terrorista viven bajo una nube de pesimismo crónico. Y la historia más reciente les da la razón. Siete meses llevaba la organización terrorista sin asesinar y tres sin poner una sóla bomba en el País Vasco cuando el coche del inspector de Policía Eduardo Puelles se convirtió en una bola de fuego, en junio pasado.

Documentos intervenidos en la operación contra la nueva dirección política de la izquierda abertzale atestiguan que los tres meses sin atentados en Euskadi respondían a una tregua no hecha pública para favorecer sus movimientos, dirigidos a la formacion de un polo soberanista y una coalición con EA que posibilitase su concurrencia a las municipales de 2011.

Nunca tuvo tan pocos miembros ni la Policía dispuso de tanta información

En otro de los documentos de Bateragune, nombre de ese comité político ideado por ETA, se dibujaba una completa hoja de ruta del 'proceso democrático' para los siguientes meses. En la misma se planificaban contactos secretos con dirigentes socialistas, conferencias internacionales, manifestaciones y un primer trimestre de 2010 sin atentados.

La operación policial provocó que la banda terrorista decidiese poner fin a esos planes, algunos de los cuales no conocía, en contra de la opinión de Otegi y el resto de Bateragune. Para cuando la Policía entró en la sede de LAB, los comisaríos políticos que ETA había impuesto en ese comité ya se habían revuelto y colocado del lado de Otegi.

La ruptura entre ETA y sus bases podría estar próxima a consumarse. Los papeles del divorcio tienen forma de ponencia. Batasuna reaccionó a la detención de Otegi poniendo en circulación un texto de debate redactado antes de la operación en el que se habla de un proceso 'sin violencia'.

Sin embargo, los expertos insisten en su gran capacidad de recuperación

ETA replicó con Mugarri (hito, en euskera), el papel que pretendía fuera debatido por las bases y que está encontrando muchas dificultades para su distribución. Apenas unos ejemplares fueron hallados en poder de Segi, la organización juvenil decidida defensora de continuar con la violencia que fue descabezada por la Policía el 24 de noviembre.

Frustrados los planes de Bateragune, ETA observa el terremoto que sacude sus bases. Los responsables policiales no descartan que la actual coyuntura haya influido en la decisión de ETA de no atentar. Sin embargo, para los agentes hay un suceso que ha marcado fundamentalmente la inactividad de ETA: la operación de agosto en la que fueron descubiertos 14 zulos de la banda con un arsenal de armas y casi una tonelada de explosivo.

Más allá de las continuas caídas en Francia de responsables etarras, la operación de los zulos ha marcado el ritmo de la organización terrorista, que se ha visto desprovista del material con el que atentar y de los fondos con los que subsistir. Más allá, el golpe a la red de zulos ha ahondado en la sensación de los terroristas de estar controlados por la policía.

A pesar de la debilidad de la banda, el Gobierno acaba de elevar el nivel de alerta terrorista ante el comienzo de la Presidencia española de la UE. Además, el CNI ha advertido de las intenciones de los terroristas de cometer un secuestro que devolviese a la banda relevancia internacional.

La banda aún no ha logrado interferir en el actual debate en su entorno social 

No sería la primera vez que ETA se recupera de una situación maltrecha. El pasado verano, el optimismo reinaba en algunos círculos ante una campaña estival de los terroristas que nunca llegaba. Contra todo pronóstico, ETA logró celebrar en agosto su cincuenta aniversario con un desafío a las Fuerzas de Seguridad. Introdujo un comando en Mallorca, un lugar que ETA evitaba tradicionalmente por la dificultad que presenta una isla para huir, y lo hizo en pleno despliegue de seguridad por el veraneo del rey. Con un nuevo tipo de bomba-lapa, mató a dos jóvenes guardias civiles. Está por ver si las dos grandes heridas de ETA cicatrizan en 2010.

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