Este artículo se publicó hace 11 años.
El etarra Kepa Preciado, condenado a 16 años por colocar una bomba en un hotel de Getxo
El artefacto explosivo estalló cuando ya se había desalojado el establecimiento, por lo que sólo causó daños materiales. Además, tendrá que indemnizar con más de 230.000 euros a los propietarios
La Audiencia Nacional ha condenado a 16 años de prisión al etarra Jon Kepa Preciado, Oier, por la colocación en 2003 de un artefacto explosivo en el hotel Los Tamarises, en Getxo (Vizcaya), que estalló cuando ya se había desalojado el establecimiento y que sólo causó daños materiales.
La sección cuarta de la sala de lo penal de la Audiencia considera a Preciado responsable de un delito de estragos terroristas y le condena, además, a indemnizar con más de 230.000 euros a los propietarios del hotel por los daños ocasionados en el edificio y el mobiliario.
En la sentencia, el tribunal señala que el procesado no sólo fue uno de los autores que idearon la colocación del explosivo sino que fue un autor directo de ello, y resalta la potencia dañosa del explosivo utilizado así como el enorme peligro para las personas que estaban en el hotel y alrededores.
El tribunal cree probado que Preciado y otros tres compañeros de comando, Aitor Herrera (ya juzgado por estos hechos), y otras dos personas en rebeldía, planificaron y desarrollaron la colocación de un artefacto explosivo en dicho hotel. Para ello, el 23 de junio de 2003, Herrera recogió a Preciado en una rotonda cercana al hospital de Galdácano y desde allí fueron al barrio de Usánsolo, donde se bajó el acusado.
Herrera se dirigió a la zona cercana al hotel para luego irse hasta el puente colgante de Portugalete, donde aparcó el coche para recoger después a Preciado y al otro miembro que le acompañaba. Mientras esperaba en su coche, los dos etarras colocaron el explosivo con, al menos, 15 kilos de cloratita en los servicios de caballeros de la planta baja del hotel.
Después de colocar el artefacto, ambos cruzaron la ría del Nervión en una barca hasta el puente colgante de Portugalete, donde les esperaba Herrera, quien les recogió y les llevó hasta un piso alquilado por un miembro de la banda terrorista en Santurce. Uno de los etarras que participaron en el desarrollo del atentado llamó a las 15.00 horas al diario Gara avisando en nombre de ETA de la colocación del paquete-bomba, antes de la hora prevista para su explosión.
La Ertzaintza desalojó el hotel y acordonó la zona ante el aviso de bomba, que explotó a las 15.28 horas causando daños en el establecimiento valorados en unos 230.000 euros. Kepa Preciado ya ha sido condenado a 61 años de cárcel por tentativa de asesinato y estragos por colocar un artefacto explosivo, en julio de 2003, frente a la sede de la compañía Iberdrola en Bilbao. Fue en cambio absuelto de la colocación de otro coche bomba el 22 de junio de 2002 en Santander.
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