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Los evacuados volverán a sus casas en dos meses

Así lo ha asegurado el propio Berlusconi para las familias cuyas casas no presenten problemas

EFE

El primer ministro, Silvio Berlusconi, ha asegurado en L'Aquila que en un plazo de dos meses estarán acabadas las certificaciones de habitabilidad de los edificios afectados por el terremoto y ya podrán comenzar a regresar a sus hogares los evacuados cuyas casas no presenten problemas.

Berlusconi así lo manifestó tras compartir con los evacuados en las 'tendopolis', campamentos de tiendas campaña levantados en varios zonas de L'Aquila, este domingo de Pascua, una de las fiestas más arraigadas entre los italianos.

El líder conservador, que aseguró que está dispuesto a volver todos los días a L'Aquila mientras sea necesaria su presencia, aseguró que el Ejecutivo 'hará todo lo necesario para sacar a las personas de las tiendas de campaña, para que regresen a sus domicilios'.

A este respecto precisó que los damnificados son 55.205, de los que 21.899 están alojados en hoteles de la zona y de la vecina costa Adriática y 33.306 en 196 'tendopolis', levantadas en zonas de la periferia de L'Aquila, la ciudad cuyo centro histórico ha resultado el más dañado.

El jefe del Gobierno manifestó que la primera fase de 'emergencia' se puede dar por concluida y ahora comienza la de la reconstrucción y que ya han sido examinados 1.049 edificios, entre ellos 25 escuelas, para permitir que los estudiantes vuelvan cuanto antes a los centros.

Los edificios derrumbados o en los que no se puede vivir son, según cifras provisionales de Protección Civil citadas por 'Corriere della Sera', entre 38.000 y 60.000 entre L'Aquila y los numerosos pueblos de la provincia afectados, algunos de ellos prácticamente destruidos.

Ya el jueves abrirá una escuela de enseñanza elemental en Poggio Picenze, unas de los localidad cercanas a L'Aquila afecta por el terremoto. El Gobierno tiene previsto abrir una 'ciudadela de las instituciones' en la Escuela de Guardia de Finanzas, para que todos los organismos públicos vuelvan a sus tareas.

Berlusconi anunció, asimismo, que el Consejo de Ministros que estudiará las medidas de ayudas a los damnificados se celebrará en L'Aquila, presumiblemente en el Escuela de Suboficiales de la Guardia de Finanzas, que no ha sufrido daños.

El primer ministro pidió a los políticos que no vayan a L'Aquila si no es porque tienen algo que ofrecer, que para 'lucirse en la pasarela' elijan otro lugar. El próximo miércoles visitará L'Aquila el ministro de Cultura, Sandro Bondi, para preparar un inventario de las obras de arte y edificios monumentales dañados y preparar un rápido plan de intervenciones.

El presidente de la Cámara de Diputados, Gianfranco Fini, también pasó esta festividad de Pascua entre los damnificados del terremoto. Fini visitó Villa Sant'Angelo, un pueblo de 300 habitantes, de los que han muerto 17 y que ha quedado destruido en el 80 por ciento.

Sus habitantes están alojados en tiendas de campaña y Fini comió con ellos en las mismas y visitó un hospital y a los grupos de voluntarios, Protección Civil y otros cuerpos que participan en las tareas de ayuda.

Fini les pidió paciencia, ya que señaló los tiempos de la reconstrucción serán 'medio-largo'. Más durará la reconstrucción del centro histórico de L'Aquila.

El presidente de la Cámara señaló que los que no puedan volver a sus casas en tiempos breves pasarán de las tiendas de campaña a las casas prefabricadas, hasta que se reconstruya todo lo dañado.

Aunque con menos intensidad, hoy la tierra volvió a temblar en varias ocasiones en los Abruzos. Por la mañana se registraron dos terremotos de 3.1 grados en la escala de Richter y por la tarde tres de menor intensidad.

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