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La ex astronauta de la NASA evita la cárcel por su ataque

Reuters

La antigua astronauta de la NASA Lisa Nowak se declaró culpable el martes por unos cargos reducidos y logró evitar ir a prisión por su vergonzosa persecución por todo el país en 2007 a una rival amorosa a la que acabó atacando.

Nowak, de 46 años, pidió disculpas a su víctima, la antigua capitán de la Fuerza Aérea Colleen Shipman, antes de ser sentenciada a un año de libertad condicional.

"Lamento sinceramente causar miedo e incomprensión y toda la intensa exposición pública (...) Deseo verdaderamente que podamos pasar página de esto en privado", declaró cuando el juez le pidió que se diera la vuelta para ver a Shipman.

Nowak fue arrestada el 5 de febrero de 2007 después de que la policía dijera que condujo durante más de 1.600 kilómetros entre Houston y el aeropuerto internacional de Orlando llevando una peluca para disimular su aspecto, y atacó a Shipman con un spray pimienta.

La policía contó que Nowak les dijo que llevaba pañales para no tener que perder el tiempo yendo al baño mientras condujo para ir al encuentro de su rival.

Shipman estaba saliendo con el astronauta de la NASA Bill Oefelein, con quien Nowak también mantuvo una relación romántica. Shipman y Oefelein acabaron casándose.

En un primer momento, la astronauta fue acusada de intento de secuestro, agresión y robo. Se declaró culpable de agresión menor y de robo de un vehículo, y afrontaba hasta seis años de cárcel.

"EXPRESIÓN DE IRA Y JÚBILO"

Shipman dijo que Nowak la buscó en el oscuro aparcamiento del aeropuerto y la atacó con una "expresión de ira y júbilo implacable que helaba la sangre".

"Estoy cien por cien segura de que Lisa Nowak vino aquí a asesinarme", aseguró al juez de Florida, y añadió que Nowak había buscado información sobre "desmembramiento de cadáveres".

Shipman pidió al juez que no se dejara engañar por la apariencia arrepentida de Nowak, y contó cómo el ataque destruyó su vida y su carrera, al perder su empleo en la Fuerza Aérea por problemas de salud derivados del mismo.

Además dijo que aún sigue padeciendo pesadillas, tensión alta, dolores en el pecho y mareos, y que ha comprado armas para protegerse.

El juez Marc Lubet tuvo en cuenta que se trata del primer delito de Nowak y mostró indulgencia, condenándola a dos días en prisión, aunque al haber pasado ya un tiempo tras las rejas la sentencia quedó irrelevante. Además le ordenó que envíe a Shipman una carta sincera de arrepentimiento, y no volver a contactar con Shipman u Oefelein.

La NASA despidió a Nowak y Oefelein, aunque ella sigue trabajando para la Armada estadounidense en Texas. Shipman y Oefelein se trasladaron a Alaska, donde comenzaron un negocio de escritura freelance y fotografía.

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