Este artículo se publicó hace 14 años.
Ex guerrillero buscará renovar la policía como ministro de Interior uruguayo
El próximo ministro del Interior uruguayo, Eduardo Bonomi, que pasó trece años en prisión por su lucha guerrillera hace más de un cuarto de siglo, afirmó hoy en una entrevista con Efe que el principal reto de su nuevo cargo será modernizar las cárceles y la policía.
A diez días de ser designado ministro, cargo que ya ostentó en 2005 cuando fue nombrado al frente de la cartera de Trabajo, este ex diputado y actualmente senador recordó que el presidente electo, José Mujica, ya anticipó en la campaña que la seguridad sería una de las prioridades de su gestión.
En opinión de Bonomi, considerado uno de los hombres más cercanos a Mujica, el incremento de la delincuencia en el país forma parte de un fenómeno general de Latinoamérica, debido sobre todo a la acción del crimen organizado y el narcotráfico.
"Comparado con los demás, (Uruguay) está mucho mejor, pero los uruguayos no se comparan ni con Brasil, ni con México, ni con Paraguay, sino que se comparan con cómo eran las cosas hace 15 años, 20 años, y se ha deteriorado", admite.
Al Ejecutivo entrante le preocupa el hecho de que "el delito se ha trasladado masivamente a pequeños comercios y a barrios más humildes", que son objeto de asaltos y hurtos.
Para cambiar eso, Bonomi buscará reforzar a la llamada policía de proximidad o comunitaria, con miras a que actúe en esas zonas, y dotará a la policía militarizada de un alcance nacional para que enfrente a las mafias criminales.
Otra de sus metas será establecer un sistema penitenciario compuesto por muchas cárceles pequeñas y dos de alta seguridad, además de proporcionar atención a los convictos que sean drogodependientes.
El consumo de la pasta base de cocaína, que se ha expandido por el país y es muy dañino y adictivo, es considerado una de las causas del aumento de la inseguridad.
El futuro ministro aseguró que asume esta nueva etapa con la consigna de que "el pasado es pasado y hay que construir el futuro".
Así lo demostraron, en su opinión, los votantes uruguayos en noviembre pasado al elegir al también ex guerrillero José Mujica como nuevo presidente del país.
Mujica, Bonomi y el futuro ministro de Defensa, Luis Rosadilla, formaron parte del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla urbana que combatió a varios Gobiernos constitucionales y a la dictadura militar en los años 60 y 70.
Los tres, así como la senadora y presidenta temporal de la cámara alta Lucía Topolansky, esposa de Mujica, pasaron varios años en prisión por su pertenencia a ese grupo, que protagonizó secuestros, asaltos y asesinatos, y fue duramente reprimido por la policía y el Ejército.
Al caer la dictadura el MLN-Tupamaros entró en la vida política dentro del izquierdista Frente Amplio, actualmente en el poder con el socialista Tabaré Vázquez, que en 2005 se convirtió en el primer presidente de izquierdas de la historia del país.
Bonomi, que de joven no pudo terminar la carrera de Veterinaria porque dio con sus huesos en la cárcel, rechaza que su nombramiento, al igual que el de Rosadilla, sean una paradoja del destino.
"Cuando se produjo el primer Gobierno democrático tras la dictadura militar el primer ministro de Defensa fue el general (Hugo) Medina y a ningún integrante del Partido Nacional y del Partido Colorado se le ocurrió que era una paradoja", apuntó.
"El Frente Amplio ganó las (últimas) elecciones y mi sector fue el que tuvo, por lejos, la mayoría en el Frente Amplio. La gente se pronunció. Eso quedó allí, ahora hay que construir futuro", reiteró en su despacho del Palacio Legislativo.
Consultado por Efe sobre las palabras de un senador opositor que durante la campaña electoral pasada lo acusó de matar a un policía en aquella época, Bonomi asegura: "Cuando salí en libertad y pasé ante el juez me interrogaron sobre eso y yo, con decir que no estuve, quedaba borrado".
"Yo dije: 'Me siento políticamente responsable de todos los hechos realizados por el MLN'. En adelante respondo eso", indicó. Aunque luego matizó: "Estábamos en una situación de enfrentamiento, por eso me siento políticamente responsable".
Bonomi, de 61 años, tiene previsto realizar un acto de asunción del cargo el día 2 de marzo en un acto multitudinario en la Escuela Nacional de Policía.
En el futuro pasará a integrar el Ministerio de Gobierno, que será creado por el Ejecutivo entrante y que tendrá como objetivos el "seguimiento, monitoreo y evaluación y análisis prospectivo de las políticas de Gobierno", además de ser el portavoz gubernamental.
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