Este artículo se publicó hace 15 años.
El ex novio de Laura confiesa el crimen
La Guardia Civil no descarta nuevas detenciones los próximos días
Estuvo en el punto de mira de los investigadores desde el primer día. Ayer, finalmente, confesó. Después de permanecer en las dependencias policiales durante todo el día, Javier Cruz, el ex novio de Laura Alonso la joven de 19 años cuyo cadáver fue localizado el pasado sábado en un bosque de Toén (Ourense) se derrumbó y confesó. El hombre, de 32 años, ya había sido citado a declarar como testigo en dos ocasiones desde la desaparición de su ex pareja, hace una semana.
La Guardia Civil no descarta nuevas implicaciones en el crimen. Los agentes se centran ahora en el entorno del ex novio de Laura. Amigos, familiares y compañeros de trabajo de Javier Cruz podrían tener que prestar declaración en los próximos días. En este sentido, el subdelegado del Gobierno en Ourense, Camilo Ocampo, advirtió ayer de que "no cierra puertas" a nuevos arrestos. "La investigación corresponde a los equipos de la Guardia Civil y a lo que los resultados de la autopsia y de la declaración del detenido determinen", apuntó. El subdelegado del Gobierno precisó, asimismo, que confiaba en que los resultados del examen forense fueran "determinantes".
Desde que trascendió la desaparición de Laura, las primeras sospechas recayeron en su ex pareja, con quien había mantenido una complicada y violenta relación. Laura había denunciado a su ex novio por supuestos malos tratos en enero de 2008, aunque poco después retiró la denuncia ante las presuntas presiones de su entorno.
Mensajes amenazantes
El cerco sobre el detenido se estrechó al encontrar en su domicilio uno de los móviles de Laura, en el que había recibido varios mensajes amenazantes. A pesar de que la noche de autos varios testigos afirmaron haberlos vistos juntos después de que la fallecida se hubiese despedido de su actual pareja, el acusado mantuvo todo lo contrario. Sostuvo que pasó todo el día en la playa, que regresó a su domicilio a las 23.00 horas y que ya no salió en toda la noche. Hasta ayer. Al cierre de esta edición, estaba a la espera de pasar a disposición judicial. El padre del acusado respaldó en todo momento esta versión de los hechos, por lo que podría ser acusado de encubrimiento. Una de las hipótesis que barajan los investigadores es que el presunto autor de la muerte de Laura pudo matarla de modo accidental tras propinarle un golpe con el que quizás sólo quisiese asustarla, lo que podría hacerle responsable de un delito de homicidio imprudente.
De este modo, al verse sorprendido por la muerte fortuita de la chica, Javier Cruz pudo esconder su cuerpo sin vida entre los matorrales próximos a un cortafuegos, en un lugar de fácil acceso en vehículo para alguien que conoce la zona, pero muy apartado del núcleo urbano.
La chaqueta y el teléfono de la víctima aparecidos a varios kilómetros sólo pretendían entorpecer las pesquisas. Los amigos de la fallecida han convocado para hoy en Toén una marcha en señal de repulsa por el asesinato y para exigir justicia.
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