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El ex novio de Marta siembra el caso de dudas tras cambiar su confesión

La Policía busca el cuerpo en un vertedero tras decir Miguel que no la mató él ni la tiraron al río

ÁNGEL MUNÁRRIZ

Miguel Carcaño, de 19 años, retiró el lunes, en su tercera comparecencia ante el juez que instruye el caso Marta del Castillo, la confesión que venía manteniendo desde hace más de un mes y que le señalaba como autor del crimen de la joven sevillana, según fuentes del caso. El ex novio de la chica, en prisión por el crimen, culpó de la muerte de Marta al menor supuestamente implicado, J.G.M., de 15 años, y negó además que el cadáver fuera arrojado al Guadalquivir, afirman las mismas fuentes.

Miguel, que con este cambio se retracta de un mes de confesiones ante la Policía y el juez, dijo también el lunes que el cuerpo fue tirado a un contenedor próximo al piso de León XIII donde se cometió el crimen el 24 de enero.

Las declaraciones del lunes de Miguel, que ayer volvió a refrendarlas ante el juez, siembran de nuevas dudas el caso y generan desconcierto en la investigación, que durante un mes se ha desarrollado con la creencia firme de que el cadáver estaba en el río. El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, presidió ayer una reunión con los equipos de rescate que hasta ahora trabajaban en el río para planificar el dispositivo de búsqueda del cuerpo en el vertedero de Montemarta, en Alcalá de Guadaíra, después de que la nueva ronda de declaraciones que tuvo lugar ayer llevara al juez instructor a ordenar el rastreo allí. Este vertedero ha recibido unas 68.000 toneladas de basura desde que murió Marta, según Efe.

El dispositivo del río, iniciado el pasado 14 de febrero y en el que han participado más de 200 personas, concluyó ayer sin éxito, pese a que el propio jefe de la Policía en Andalucía Occidental, Enrique Álvarez Riestra, llegó a decir que el cuerpo estaba en el Guadalquivir "al 99,9%". En sus primeras declaraciones ante la Policía, tanto Miguel como Samuel Benítez, de 19 años, y el menor aseguraron que fue arrojado allí entre los tres a la altura del puente de Camas.

La propia novia de Miguel, de 14 años, dijo al juez la pasada semana que este le contó lo mismo que después defendió durante más de un mes: que la mató de un golpe en su dormitorio y la tiró al río con ayuda de Samuel y del menor. Pero Miguel cambia ahora y acusa al menor tras conocerse que la Policía ha hallado ADN de este en el dormitorio donde supuestamente tuvo lugar el crimen. En un caso en el que no hay cuerpo ni arma homicida, era su propia confesión la que con más fuerza apuntaba a Miguel como autor material.

El juez tomó ayer declaración como testigo al menor y, como imputado, a Samuel. Y sometió a ambos a careos con Miguel. Pero ni Samuel ni J.G.M. cambiaron su versión autoexculpatoria. El juez volvió a llevar después a los tres al piso de León XIII para reconstruir los hechos durante más de cinco horas. La Policía empleó un maniquí y una silla de ruedas en la recreación.

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