Jerôme Kerviel, un ex operador acusado por el banco francés Societe Generale de generarle pérdidas por casi 5.000 millones de euros, deberá ir a juicio, dijo el lunes a Reuters su abogado.

Kerviel, de 32 años, ha sido investigado desde enero de 2008, cuando SocGen reveló que había registrado multimillonarias pérdidas provocadas por operaciones bursátiles no autorizadas llevadas a cabo por Kerviel, entonces un novato operador del banco.

Olivier Metzner, quien tomó la defensa de Kerviel en marzo después de que Kerviel despidiera a la mayoría de su equipo legal, comentó que el ex operador había sido acusado de fraude y abuso de confianza, entre otros delitos.

La decisión formal de un magistrado examinador de ordenar que Kerviel fuera a juicio era ampliamente esperada después de que los fiscales entablaran el 25 de junio una serie de cargos en contra del acusado.

Tales cargos significan una pena máxima de cinco años de cárcel y 375.000 euros en multas.

"Los acusadores habían dicho que el cargo de abuso de confianza fue por hacer transferencias de dinero no autorizadas (...) pero el magistrado se refiere al cargo en relación a la manipulación del sistema informático de SocGen", comentó Metzner.

"Esto demuestra lo difícil que es determinar exactamente de lo que está siendo acusado Kerviel", agregó.

Kerviel salió de prisión en marzo del año pasado después de apelar su arresto, pero siguió siendo investigado formalmente desde entonces.

El ex operador admitió que tomó posiciones no autorizadas, pero ha dicho que sus supervisores toleraron las brechas en sus controles de riesgo.

Informes internos de SocGen en medio del escándalo mostraron que Kerviel eludió los sistemas de control del banco al comenzar a tomar posiciones en 2005 y 2006 por "pequeños montos".

Pero con el tiempo, cuando SocGen descubrió lo que estaba haciendo en enero del año pasado, Kerviel ya había amasado una posición de 49.000 millones de euros, mayor que el propio valor de mercado de SocGen.

SocGen desenrolló con rapidez las posiciones, pero sufrió pérdidas por 4.900 millones de euros en el proceso, y culpa de esa carga a Kerviel.