Este artículo se publicó hace 15 años.
La ex secretaria de Asuntos Sociales mantiene en su libro que "la autoridad es insustituible en las aulas"
La ex secretaria general de Asuntos Sociales Amalia Gómez, autora del libro "La escuela sin ley" (La Esfera de los libros), ha asegurado hoy en Sevilla que "la autoridad es insustituible en las aulas para impartir clase".
La autoridad no es sinónimo de represión y, en el caso de las aulas, requiere un respeto recíproco de los alumnos por el profesor y de éste con aquellos, ha señalado Gómez, quien insistió en matizar al comparar la represión con "la orden sin la razón".
Ex diputada regional del PP y profesora de Historia a lo largo de su vida profesional en el sevillano instituto Velázquez, Gómez ha afirmado en conferencia de prensa que "la escuela pide a gritos una acción de Estado contundente", a la vez que reclamó un pacto de Estado por la Educación que la mantenga al margen de la pelea política y partidista.
El problema de la Secundaria en España es histórico, según Gómez, quien ha recordado que en el siglo XIX la escuela carecía de financiación y que en el XX, subsanado sólo en parte este problema, "las reformas se han sucedido unas sobre otras parcheando" sus defectos.
El libro "La escuela sin ley" aborda tres dolencias del sistema educativo español, el absentismo escolar, el fracaso escolar y la violencia en los centros educativos, de la que Gómez ha dicho que "no es generalizada, pero sí hay una situación de inestabilidad en muchos centros".
La obra analiza igualmente "la dificultad que tienen muchos profesores para impartir clases con normalidad, porque pueden ser agredidos por alumnos o por padres de alumnos", según la autora, quien ha comentó que la violencia que más le ha preocupado es la que existe entre iguales, entre los alumnos.
Los menores agresores, ha dicho, no pueden ser expulsados del sistema educativo, sino que éste debe contar, como prevé la ley, con departamentos psicopedagógicos que puedan hacerse cargo de los alumnos conflictivos.
Para afrontarlo, Gómez propone un sistema de tutoría más completo, flexibilizar a la baja la ratio profesor-alumno, para que sea aún menor en el caso de alumnos conflictivos, que estos no sean segregados en razón de si son buenos o malos alumnos y "recuperar el concepto de autoridad".
Sobre este último punto ha considerado necesaria la "cercanía" entre profesores y alumnos, pero ha aconsejado no confundirla con "el coleguismo".
Amalia Gómez, que fue crítica con otros aspectos de la Logse, considera que llevar hasta los 16 años la enseñanza obligatoria es "un avance importantísimo" y ha rechazado que las competencias de Educación deban retornar al Gobierno central.
Sobre la educación en valores, hábitos y comportamientos, fue tajante: "Enseñar a ser sólo se puede enseñar con el ejemplo".
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