El exceso de caprichos y las drogas, respectivamente, son las principales preocupaciones de los andaluces con respecto a la infancia y la adolescencia, según se desprende de un estudio elaborado por el Centro de Estudios Andaluces (CEA), presentado hoy en Granada.

En el trabajo se realiza un análisis de las preocupaciones sociales sobre la infancia y la adolescencia a partir, fundamentalmente, de la encuesta realizada en octubre de 2005 por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), titulada "Actitudes y opiniones sobre la infancia y la adolescencia".

Esta encuesta cuenta con una muestra representativa de la población española mayor de 18 años (3.086 entrevistas), e incluye una amplia submuestra de la comunidad autónoma de Andalucía patrocinada por el CEA (1.000 entrevistas).

En el apartado relativo a las preocupaciones sobre la infancia, las respuestas más frecuentes han sido "demasiados caprichos, lo tienen todo" (12,7%), y "falta de atención y cariño" (11,5%).

Se trata de respuestas que, interpretadas conjuntamente, "responden al carácter de una sociedad avanzada, individualista y abundante, en la que parece escasear el tiempo para atender a los niños y en la que esta falta de atención es compensada y suplida por la concesión de un bienestar material", según ha explicado, en rueda de prensa, el sociólogo y autor del estudio, Eduardo Bericat.

En el caso de los adolescentes, el discurso está prácticamente monopolizado por una gran doble preocupación: drogas (44,1%) y alcohol (18%).

En este sentido, las drogas representan para la población encuestada "el problema más temido al que se puede enfrentar tanto un joven como su familia", puesto que, de alguna manera, supone para el joven "la destrucción absoluta de su personalidad, en el caso de que la adicción sea también absoluta y destructiva, y el fracaso absoluto de su socialización".

Junto a este gran mal, los encuestados también señalan el "futuro laboral, el paro" (15,2%) como otra de las grandes preocupaciones con respecto a la adolescencia.

Un análisis más sutil muestra un "hilo conductor" de los problemas detectados en la infancia con los de la adolescencia, ha apuntado el sociólogo, quien ha indicado que un niño que se haya desarrollado en un contexto de falta de atención o cariño, así como de satisfacción inmediata de los deseos, tendrá más probabilidades en el futuro de consumir droga.

En una diferenciación por sexos, la encuesta muestra una mayor preocupación de las mujeres por "aspectos afectivos y morales", como la cantidad de cariño y atención que reciben niños y adolescentes, mientras que el hombre está más preocupado por "aspectos instrumentales" como la calidad de la educación o el orden y la disciplina.

La encuesta también hace una segmentación por ideología política, según la cual las personas más conservadoras están más preocupadas por cuestiones de "orden" y por las "drogas", mientras que a las progresistas les preocupan más cuestiones relacionadas con los "valores" de niños y adolescentes.

El informe también incluye un apartado acerca de la responsabilidad social sobre la infancia y la adolescencia, cuyos principales agentes son el espacio familiar (padres); el escolar (maestros), el mediático (medios de comunicación) y el público (amigos y colegas).

El principal problema detectado en este apartado es que se trata de "espacios que no están conectados entre sí", de modo que "por ejemplo, el padre nunca entra en la escuela y el maestro no llega nunca a conocer a la familia".

Esto está provocando que "la infancia y adolescencia esté creciendo en espacios muy segmentados, ninguno de los cuales tiene la responsabilidad exclusiva sobre su formación", ha señalado el sociólogo, quien ha demandado a la administración que articule mecanismos para "vertebrar" estos espacios.