Este artículo se publicó hace 15 años.
La exhumación más difícil de 160 represaliados del 36
La excavación de la fosa de La Puebla de Cazalla se frena por segunda vez
María Serrano
La exhumación de la fosa común de La Puebla de Cazalla (Sevilla), que alberga unos 160 restos de represaliados del franquismo durante 1936, parece maldita. La excavación, que comenzó en verano de 2006, se tuvo que paralizar en marzo de 2008 por falta de fondos tras haber recuperado 17 cuerpos. Tras recibir una nueva subvención, se logró reanudar el trabajo en mayo. Sin embargo, un nuevo obstáculo ha obligado a frenar otra vez la excavación. Dos bloques de nichos de 140 personas que fallecieron en el decenio de 1950 y en el de 1980 se encuentran encima de la fosa. Si se cava, podrían derrumbarse.
Cuando habían sacado otros 23 cuerpos, hallaron tres más que sólo pudieron exhumar parcialmente porque estaban debajo de la línea de seguridad de la excavación. Además, "se han hallado otros cinco cuerpos (son visibles dos cráneos y tres pares de zapatos o botas) que no podemos extraer", detallan varios familiares de los represaliados en un escrito enviado a la Junta de Andalucía, que financia con 40.000 euros (de los que ha entregado 30.000) los trabajos. La historiadora y portavoz de los parientes, María del Carmen España, agregó a Público que debajo hay restos óseos de otras 11 personas más en esta zona.
La exhumación de la fosa común de La Puebla de Cazalla parece maldita
El escrito remitido por el colectivo de familiares a la Consejera andaluza de Justicia, reitera que la situación no es "insalvable" si las administraciones toman medidas. El arquitecto municipal de La Puebla tras una reunión con los familiares y representantes de la Junta de Andalucía, elaboró un informe en el que fijó en 62.000 euros el coste para el traslado de los nichos a otra ubicación, la solución que se ha buscado. Los familiares han solicitado una nueva subvención por ese importe al Gobierno, la Junta y la Diputación de Sevilla que les permita rematar una exhumación maldita.
Rafael López, presidente de la Asociación Memoria Histórica y Justicia, que coordina los trabajos, indicó que se trata de una fosa "con una complejidad técnica singular" al formar parte de una cantera natural con cuatro metros de profundidad. "Los perfiles que forma la tierra", añade López, "hacen que los cuerpos estén en varios niveles, lo que dificulta las labores de exhumación".
Las dos actitudes de IUIU gobierna en La Puebla de Cazalla y también en Córdoba, donde está enterrado tras ser asesinado en 1936 el diputado socialista de la II República, Luis Dorado Luque. Sus familiares llevan años tratando de que se exhumen los restos, que al igual que en La Puebla, están debajo de un grupo de nichos más modernos. Sin embargo, mientras el ayuntamiento sevillano hace todo lo posible para resolver el problema, el de Córdoba se niega en redondo a tratar el asunto, a pesar de que los parientes del diputado cuentan con una subvención del Gobierno para exhumar. Cecilio Gordillo, responsable de memoria histórica de CGT, afirmó que "el trabajo del Ayuntamiento de La Puebla deja sin argumentos al consistorio cordobés".
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