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Las exigencias de Klaus dividen a los ministros de Exteriores de la UE

Los obstáculos checos serán abordados por los jefes de Estado esta semana

DANIEL BASTEIRO

La división en la UE sobre cómo responder a las exigencias del presidente checo, Vaclav Klaus, agudizó ayer todavía más la crisis institucional y el bloqueo del Tratado de Lisboa.

Los 27 ministros de Asuntos Exteriores no se pusieron de acuerdo en Luxemburgo sobre la fórmula legal que les permitirá cumplir con Klaus, que reclama una exención de la Carta de Derechos Fundamentales, sin renegociar el texto, ya ratificado por los restantes 26 países.

La exigencia de Klaus, que persigue negar el derecho a reclamar tierras a alemanes o austríacos expulsados de Checoslovaquia tras la II Guerra Mundial, será discutida en la cumbre de jefes de Gobierno de esta semana.

'No estamos preparados', reconoció en representación de la Presidencia de la UE Cecilia Malmström, ministra sueca de Asuntos Europeos, quien prometió seguir negociando con países como Austria, dispuesto a vetar cualquier concesión.

Sin embargo, esta incógnita no es sino una de las tres que quedan por despejar. Para los 27, es prioritaria la decisión del Tribunal Constitucional checo, ante el que un grupo de senadores ha presentado un recurso que debería dirimir mañana. 'Puede necesitar más días, por lo que probablemente no habrá decisión hasta después del Consejo Europeo', aseguró Malmstrom.

La tercera traba es una nueva exigencia, esta vez de Eslovaquia, que pedirá las mismas concesiones que obtengan los checos por tener un sistema legal similar, aseguran fuentes comunitarias. 'Una vez que el Constitucional checo decida, los demás problemas empezarán a caer como piezas de dominó', dicen esas fuentes.

Con el tratado en vigor, la última ficha que se colocará en el tablero será la de los nuevos cargos comunitarios, que incluyen 26 comisarios, el sustituto de Javier Solana al frente de la política Exterior de la UE y el presidente estable.

Aunque los contactos informales ya comenzaron, las trabas checas impiden cualquier negociación formal. Aspirando al puesto sigue en cabeza Tony Blair, respaldado por el Reino Unido, pero rechazado por Luxemburgo, Bélgica y Holanda, país que aspira a colocar en el cargo a su primer ministro, Jean Peter Balkenende.

El Gobierno español coqueteó ayer con Blair. 'Hemos tenido muy buena relación con él, muy buenos contactos', confirmó el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien, sin embargo, rehusó dar su apoyo expreso.

Su homólogo británico, David Miliband, pidió 'una voz fuerte' y aseguró que 'si Blair es candidato, será una buena opción'. Según él, el aliado de George Bush y José María Aznar en la guerra de Irak es 'un abogado persuasivo, un auténtico europeo y un verdadero arquitecto de consensos'.

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