Este artículo se publicó hace 16 años.
Experto del CSIC urge a evitar la extinción del lince en Doñana, que cifra en 97 por ciento
El científico de la Estación Biológica de Doñana, del CSIC, Francisco Palomares, cree que no se está actuando con la suficiente celeridad para evitar la desaparición del lince ibérico en Doñana, donde, según sus estudios, existe un 97 por ciento de probabilidades de que se extinga antes de 30 años.
Palomares, quien colaboró con Miguel Delibes hace tres décadas en la elaboración de los primeros censos del lince ibérico, ha urgido, en una entrevista con Efe, a que se planifique una actuación urgente a cinco años para evitar la desaparición de Doñana de este felino, el más amenazado del planeta.
En su opinión, el reforzamiento del medio centenar de linces que sobreviven en Doñana sólo con los dos machos traídos de Sierra Morena -"Baya", liberado en diciembre de 2007, y "Caribú", soltado el pasado 25 de noviembre- es "insuficiente" para afrontar el peligro crítico de extinción que sufre esta especie y, además, supone "un grave riesgo" porque concentra muchas posibilidades de supervivencia en estos dos ejemplares.
Doñana alberga muy pocos linces machos tras la pérdida de una decena de ejemplares el año pasado como consecuencia de un brote de neumonía felina.
Palomares recuerda que este felino ha desaparecido de forma estable de un 75 por ciento del territorio del Parque Nacional de Doñana, teóricamente la zona más segura frente a atropellos, envenenamientos o caza.
Añade que la recuperación de la población de Doñana es muy lenta pues se necesitan tres años para que uno de los escasos cachorros alcance la madurez sexual y se reproduzca, además, con una preocupante consanguineidad.
Por ello, defiende que antes de emprender reintroducciones de linces en nuevos territorios, como la prevista el próximo año en la comarca cordobesa del Guadalmellato, se refuerce la población de Doñana con al menos cinco ejemplares para que recolonicen las más de 20.000 hectáreas de monte mediterráneo de este espacio protegido que carecen de linces pese a ser "el mejor hábitat" disponible para este felino en la Península Ibérica.
"Antes que otras reintroducciones, me tomaría más en serio recuperar las veintitrés mil hectáreas de monte mediterráneo de Doñana que no están colonizadas por el lince", apostilla.
Este científico, que ya no trabaja en programas relacionados con el lince ibérico por discrepancias con el equipo de la Junta de Andalucía que gestiona el programa LIFE de este felino, dotado con 27 millones de euros, también demanda más planificación científica para conservar hábitats y aumentar la población de conejo, alimento casi exclusivo del lince.
En su opinión, muchas de las medidas adoptadas por los gestores del programa LIFE y por la Junta de Andalucía para salvar el lince en Doñana, como el traslado de "Baya" y de "Caribú" se han tomado "tarde, de manera improvisada y son insuficientes".
Según sus estudios, la posibilidad de que el lince se extinga en Doñana en treinta años bajaría del 97 por ciento actual a un 50 por ciento si se colonizasen diez nuevos territorios, y se reduciría aún más hasta sólo un 15 por ciento si, además, se reforzarse la población con 10 ejemplares de Sierra Morena.
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