Este artículo se publicó hace 15 años.
Los expertos se plantan ante el uso de la "pastillita" para curar la ansiedad
La Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés ha alertado sobre el elevado consumo de tranquilizantes en España, especialmente porque "la pastillita crea adicción en lugar de curar la enfermedad".
El psicólogo Ricardo Ros, autor del libro "Stop Ansiedad", se ha sumado a esta tendencia critica, al recordar a los médicos del Sistema Nacional de Salud que es necesario poner fin a este abuso, teniendo en cuenta que España duplica a países como Alemania y Holanda en el recurso a estos fármacos.
El 15,5 por ciento de los españoles toma tranquilizantes a lo largo del año, una tasa que es todavía superior en el caso de personas con ansiedad y pánico, puesto que más de la mitad se consuela con medicamentos.
Según la citada Sociedad, la media europea es del 12,3 por ciento (8,2 en varones y 16 en mujeres) en una clasificación encabezada por Francia, con el 19,2, seguida de España (15,5), Italia (13,7), Bélgica (13,2), Holanda (7,4) y Alemania (5,9).
Un informe de la Dirección General de Farmacia del Ministerio de Sanidad y Consumo, al que ha hecho referencia este especialista, reconoce que en sólo cinco años el uso de ansiolíticos ha aumentado casi en un 40 por ciento.
El consumo de estas pastillas, según Sanidad, ha pasado de 23 millones de envases a 33 millones en un quinquenio, lo que significa que al departamento que dirige Bernat Soria le cuesta curar la ansiedad de los españoles 231 millones de euros.
"Con ese dinero se podría pagar el sueldo de más de 9.000 psicólogos y psiquiatras", ha comentado Ros, quien ha lamentado que la Administración del Estado siga "apostando por la pastillita".
El psicoterapeuta ha recordado que en la última convocatoria de Psicólogos Internos Residentes sólo se han ofertado 129 plazas. "Si queremos mejorar la salud mental en nuestra sociedad, no podemos hacerlo solamente a base de química", ha aseverado.
"El factor humano debe estar presente" y estas plazas para psicólogos en un país de más de cuarenta millones de habitantes son un número "muy escaso", ha argumentado.
Ros ha informado de que a los europeos les cuesta cada año 19.000 millones de euros hacer frente a sus problemas de ansiedad y depresión con medicación.
Teniendo en cuenta que la Sanidad española cubre más del 85 por ciento del gasto en tranquilizantes, se ha preguntado si "realmente es económica y eficaz la medida de tratar esta enfermedad con medicación y mantenerla en el tiempo, en lugar de curarla con un mes de tratamiento psicológico".
El abuso de píldoras puede adormecer además la reacción natural de ansiedad que se genera en el organismo ante un peligro real, ha explicado.
Lo que hay que combatir es la ansiedad "negativa" o aquella que se produce por miedos infundados, que provocan una serie de síntomas en el sistema nervioso, siendo los más leves sudoración, taquicardia, palpitaciones, un nudo en el estómago, falta de aire y la sensación de que la cabeza se embota.
Una vez que la ansiedad "se ha enganchado" cada vez hay más cosas cotidianas y habituales que desencadenan esos síntomas. "Primero te da miedo ir a una tienda, después te da miedo pasear por la ciudad, finalmente te da miedo salir de casa...", ha relatado.
Ros ha afirmado que el tratamiento psicológico no suele durar más de unas semanas, mientras que el uso de tranquilizantes puede mantenerse indefinidamente por la dependencia que generan.
Ha advertido de que aunque a simple vista parece que la farmacología es "lo más rápido y eficaz", se dan casos de personas que pasan años, incluso décadas, tomando ansiolíticos sin curarse.
El doctor ha propuesto enseñar a "cambiar la manera de elaborar los pensamientos", un método a través del cual en un mes los enfermos "pueden estar libres de este mal", evitar ese sufrimiento a sus familias y ahorrar años de gasto a la Seguridad Social.
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