Este artículo se publicó hace 14 años.
La Expo de Shanghái se inaugura con esplendor en China
Shanghái inició oficialmente el viernes una exposición de miles de millones de dólares con un despliegue de fuegos artificiales, láseres y aguas danzantes, en medio de fuertes medidas de seguridad y la paralización de su principal distrito financiero, Pudong.
Tras una discreta presentación de cantantes y bailarines en un recinto interior, la ceremonia se trasladó al exterior, con fuegos artificiales estallando sobre puentes y aguas danzantes lanzando chorros a una distancia de hasta 80 metros.
Cerca de 6.000 esferas luminosas amarillas, rojas y fucsias flotaban en el oscuro río Huangpu, creando un brillante mar de pelotas sobre el agua negra.
"La Expo Universal es un magnífico acontecimiento para mostrar los mejores logros de la civilización humana. También es una gran ocasión para que las personas alrededor del mundo compartan alegría y amistad", expresó el presidente Hu Jintao durante una cena de bienvenida para líderes extranjeros.
"Como la primera Expo Mundial registrada por un país en desarrollo, la Expo Shanghái será una oportunidad para China y también para el mundo", agregó Hu, ante una audiencia que incluyó al número dos de Corea del Norte, Kim Yong-nam.
La ciudad no dejó nada al azar para la gran noche, custodiando los caminos con policías y cerrando desde las primeras horas de la mañana el área financiera de Pudong, que alberga al edificio más alto de China, su principal bolsa de valores y numerosos hoteles elegantes.
La capital comercial de China, que recibirá a líderes mundiales que incluyen al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y al comisario de la Unión Europea, José Manuel Durao Barroso, está inspeccionando a los viajeros para descartar la presencia de explosivos en sus aeropuertos.
También está examinando los bolsos en el metro con rayos X e incluso ha advertido a las personas que no dejen su ropa tendida en el exterior.
La Expo busca mostrar los últimos inventos y tecnología de 189 países que van desde Estados Unidos y Alemania hasta Corea del Norte, a menudo con innovadores o extraños "pabellones" nacionales.
Shanghái ha asumido con orgullo la tarea de ser anfitriona de la Expo, casi dos años después de que la capital, Pekín, fuera sede de los Juegos Olímpicos de Verano y consiguió grandes elogios por sus ceremonias de apertura y clausura que contaron con otras operaciones de alta seguridad.
GRAN GASTO
para acomodar a las cerca de 70 millones de personas, mayoritariamente chinos, que la visitarán durante su desarrollo de seis meses.
El lugar de la Expo, que estará abierto al público a partir del sábado en la mañana recibiría a un promedio de más de 300.000 visitantes al día.
"No es una pérdida de dinero porque como chinos necesitamos apoyarlo. Es necesario para China porque nos ayudará a subir en la talla internacional", comentó Chen Wei, de 26 años, quien estaba observando la ceremonia por una pantalla gigante en la elegante área comercial de Xintiandi, ante algunas críticas por el gasto.
La Exposición Universal de Shanghái es el último espectáculo extravagante del Partido Comunista Chino que pone de manifiesto hasta qué punto quiere marcar su poder con actos de renombre.
"Un objetivo que espera lograr el Gobierno chino al acoger grandes espectáculos como este es reposicionar a China como un país completamente moderno y fuerte, dejando atrás cualquier imagen que quede del "enfermo de Asia", dijo Jeffrey Wasserstrom, profesor de Historia de la Universidad de California, Irvine.
En los últimos meses, China ha sido muy criticada en Estados Unidos por su política monetaria, el enfrentamiento por la censura con Google y el encarcelamiento de cuatro directivos de Rio Tinto en Shanghái por aceptar sobornos.
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