El sector del calzado ha exportado en los siete primeros meses del año un total de 66 millones de pares de zapatos, un 7,66% más que en el mismo periodo de 2006, por un valor de 1,2 millones de euros, un 16,34% superior.

Así se recoge en los datos facilitados por la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE), que muestran que el precio medio del calzado se ha situado en torno a los 18,36 euros, una cifra un 8,06 por ciento superior a la del año anterior.

Según la patronal del calzado, estas cifras evidencian "la consolidación de la progresiva recuperación del sector, que se perfilaba ya en los últimos meses del año 2006".

Asimismo, confía en que los resultados de los últimos meses del año consoliden esta tendencia, para lo cual apuesta por "continuar con las estrategias federativas iniciadas hace años como garantía para la recuperación" del sector.

Francia es el principal comprador de calzado con la adquisición casi 16 millones de pares de zapatos, lo que representa el 25 por ciento del calzado producido en España y un gasto superior a los 250 millones de euros.

Este país ha registrado un incremento del 6,7 por ciento en el valor de las exportaciones desde enero hasta julio, si bien el volumen de las mismas ha descendido en un 9,55 por ciento.

Alemania es la segunda potencia consumidora de calzado español con un incremento del 19,60 por ciento en el valor de los productos adquiridos, y del 6,21 por ciento en el volumen, mientras que Reino Unido ha registrado aumentos del 8,25 por ciento en el valor y del 0,84 por ciento en el volumen.

El cuarto comprador es Italia, que en este periodo ha aumentado en un 24 por ciento el valor del calzado adquirido, y un 22 por ciento, el volumen.

El mercado americano ha frenado su evolución positiva iniciada el pasado año debido a la paridad euro-dólar que, según FICE, no favorece las exportaciones, así como a la crisis hipotecaria que afecta particularmente a sectores de demanda elástica como el calzado, según las fuentes.

Del mismo modo, la fortaleza del euro frente al yen ha reportado consecuencias negativas para el sector, dado que han descendido las exportaciones a Japón, en el puesto once de comercio exterior, con una bajada del 14,22 por ciento en volumen y un 6,41 por ciento en valor.

Las cifras en este periodo consolidan a Oriente Medio y Europa del este como mercados emergentes con crecimientos en las exportaciones.