Este artículo se publicó hace 16 años.
Una exposición explica la relación de Chillida con los materiales que trabajó
La exposición "Materializaciones", que se podrá contemplar hasta mayo en el museo Chillida-Leku de Hernani (Guipúzcoa), propone un recorrido a través de todos los materiales empleados por el escultor Eduardo Chillida en su trabajo y explica la relación que el artista mantuvo con cada uno de ellos.
La muestra, instalada en la sala 4 del museo, es la primera de las tres exposiciones temporales que abordarán este año, desde diferentes perspectivas, los materiales con los que Chillida elaboró su extensa obra.
Desde el papel hasta el hormigón, pasando por orden cronológico por el yeso, el hierro, la madera, la piedra, el alabastro, el granito y la tierra chamota, la exposición dedica un espacio a cada material y señala cómo llegó el artista a ellos y qué le atrajo de cada uno.
Fotografías, paneles explicativos y muestras de los materiales completan esta exposición temporal, que se inaugura hoy y permanecerá abierta al público hasta el 26 de mayo.
La segunda exposición temporal, que sucederá a ésta, se compondrá de obras en cada uno de los materiales, mientras que la última tratará del "proceso mental" del artista en relación con cada uno de estos elementos.
El director del Museo Chillida-Leku, Luis Chillida, ha indicado hoy, en la presentación de la muestra, que las tres exposiciones en realidad constituyen una más amplia sobre los materiales del escultor, pero montarlas al mismo tiempo habría requerido ocupar otros espacios del museo, lo que no se ha creído conveniente.
Chillida ha explicado que su padre entendía que los materiales tenían que "expresarse en sí mismos" y que su labor consistía en buscar la manera de que lo hicieran.
El papel natural, rugoso y poco pulido, es el primer material con el que Chillida se aproximó al arte, a través del dibujo, mientras que el yeso significó su iniciación en la escultura en los años 40, aunque muchas de las obras se destruyeron en traslados.
El hierro, el ingrediente más conocido de su obra, llega a la obra de Chillida en 1951, cuando el artista se traslada de París a Hernani, donde vive frente a una herrería, de la que le atrae su "luz oscura".
"Tomé la decisión de volver a mi tierra. Allí me encuentro con un herrero que vivía enfrente de nuestra casa, que estaba trabajando. Estaba haciendo unas herraduras, en un ambiente oscuro, de luz negra, que es como yo me veo a mí como vasco y a los vascos, en un país de luz negra", dejó escrito el artista.
La exposición repasa también su vinculación con la madera, material que trabajó durante una época para lograr "densidad" pero que después abandonó, así como con el alabastro, del que le atrajo su forma de recoger la luz y proyectarla, y también la tierra chamota, que significó una "llamada de los propios orígenes".
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