Este artículo se publicó hace 16 años.
El éxtasis afecta a la memoria y sus efectos perduran en el tiempo
Consumir éxtasis afecta a la memoria y sus efectos se mantienen en el tiempo, aunque se deje de tomar esta sustancia, según un estudio sobre los Efectos Neurotóxicos del Éxtasis del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM-Hospital del Mar).
El estudio alerta de que esta droga de diseño afecta principalmente a algunas de las funciones superiores del cerebro y de que su consumo puede comportar riesgos importantes para la salud.
Financiado por el Plan Nacional sobre Drogas y el Fondo de Investigaciones Sanitarias, y publicado en el Journal of Psycopharmacology, el trabajo afirma que tomar éxtasis dificulta la fluidez verbal, la memoria de trabajo y la velocidad al procesar la información, y que los efectos se mantienen en el tiempo, y hasta puede que no desaparezcan al interrumpir el consumo.
El éxtasis es una droga de diseño estimulante derivada de las anfetaminas, que en principio no causa dependencia física, y que, pese a ser ilegal, es muy popular entre los jóvenes, que la toman de forma recreativa en situaciones de ocio.
En este trabajo, los investigadores del IMIM han estudiado la evolución de personas consumidoras de éxtasis durante dos años, y han puesto de manifiesto que los efectos nocivos del consumo de éxtasis perduran en el tiempo.
Estudios preliminares en animales de laboratorio habían mostrado la neurotoxicidad que la droga causaba en el cerebro, pero hasta ahora, otros estudios realizados en humanos no habían llegado a resultados tan concluyentes.
Según Rafael de la Torre, coordinador del Grupo de Investigación Clínica en Farmacología Humana y Neurociencias del IMIM, "la memoria es el aspecto cognitivo más alterado a medida que se aumentan las dosis de éxtasis consumidos, y estos déficit tienden a persistir en el tiempo, especialmente en personas con un mayor consumo, que son aquellas que han tomado más de cien pastillas".
Las pruebas de neuroimagen y las analíticas bioquímicas realizadas coinciden en que los consumidores de éxtasis presentan niveles bajos del neurotransmisor serotonina, lo que se relaciona con los efectos secundarios descritos después del consumo de la droga, como depresión, mal humor o astenia, entre otros.
Además, este trabajo ha mostrado también que todos los déficit cognitivos observados se potencian cuando el consumo de éxtasis coincide con el consumo de cannabis.
Para el estudio se seleccionaron 37 personas consumidoras habituales de alguna de las variedades existentes de éxtasis que además consumían cannabis, 23 personas consumidoras sólo de cannabis y 34 personas no consumidoras que actuaron como grupo de control.
Los investigadores evaluaron durante dos años a los participantes cada seis meses, en cada visita se pidieron 72 horas de abstinencia en la toma de sustancias psicoactivas, y de los 94 participantes seleccionados, 60 llegaron hasta el final (22 consumidores de éxtasis y cannabis, 13 sólo de cannabis y 25 no consumidores).
En las visitas se recogían datos relativos al consumo de drogas y se realizaron exámenes médicos, análisis bioquímicos y valoraciones psiquiátricas y neuropsicológicas del paciente.
Los resultados confirman las conclusiones de un estudio realizado recientemente por el mismo grupo de investigadores, en el que se evaluaron las alteraciones cognitivas y electrofisiológicas asociadas al consumo sostenido de éxtasis tras hacer un seguimiento de los consumidores durante un año.
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