Este artículo se publicó hace 15 años.
Extranjeros de su propia lengua
El Premio Nobel del año 2003 confirmó que el surafricano J. M. Coetzee es uno de los grandes de la novela actual, con el rumor de apartheid de fondo y una inteligencia narrativa fuera de lo común. Paradójicamente, este "extranjero" fue el primer novelista que alcanzó dos veces el prestigioso premio Booker (máximo galardón de la literatura en inglés) por las novelas Vida y época de Michael K, de 1983, y Desgracia, de 1999. Coetzee también es uno de los más lúcidos críticos de literatura, como muestra la recopilación de sus últimos ensayos literarios, Mecanismos internos. Ensayos 2000-2005(Mondadori).
Tripas de literaturaMecanismos internos puede considerarse una continuación del volumen Cosas extrañas. Ensayos 1986-1999, pero su temática y estructura hacen de él un libro más coherente. Aunque el origen de estos textos (reseñas para The New York Review y prólogos) sea heterogéneo, no lo es el resultado de la selección ni el perfecto manejo de las dimensiones del artículo. Textos breves que repiten un método eficaz: introducirnos en la biografía del autor para desembocar en un implacable análisis de sus obras y de los problemas que surgen de las traducciones.
Coetzee vive en Australia y posee la nacionalidad australiana, pero es considerado el más europeo de los autores... africanos. Su conocimiento de las lenguas germánicas lo ha colocado en la periferia del idioma en el que escribe. Coetzee ve a los grandes narradores como extranjeros de una lengua incapaz de asimilarse en la sociedad en la que viven.
En Mecanismos internos distinguimos tres grupos de apátridas. El primero lo forman Italo Svevo, Robert Walser, Robert Musil, Walter Benjamin, Bruno Schulz, Joseph Roth y Sándor Márai, supervivientes de la Primera Guerra Mundial. El segundo grupo nace en un mundo roto: Paul Celan, Günter Grass, W. G. Sebald, Hugo Claus, Graham Greene y Samuel Beckett, uno de los autores que más han influido en la literatura del propio Coetzee. Y el tercero, con los norteamericanos Whitman, Faulkner, Bellow, Arthur Miller y Philip Roth, plantea la creación de un mundo y una literatura con las ruinas del pasado.
Escribir tras el NobelSu premio Nobel le sirve de excusa para el colofón del libro. Los tres últimos ensayos son críticas de tres Nobel: Nadine Gordimer, Gabriel García Márquez un demoledor análisis de Memorias de mis putas tristes y V. S. Naipaul. Son reseñas extensas nada complacientes que se alejan de algunas de las ideas centrales de Mecanismos internos, pero que comparten la inteligencia y el conocimiento de la literatura.
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