Fallece a los 78 años el pintor y escultor asturiano Joaquín Rubio Camín

El artista asturiano Joaquín Rubio Camín ha muerto hoy en Gijón a los 78 años tras una larga trayectoria de dedicación a la pintura y, sobre todo, a la escultura, que lo convirtió en una de las principales figuras del panorama artístico de la región en las últimas décadas, informaron fuentes municipales.

Rubio Camín (Gijón, 1929) inició su andadura artística en los años cincuenta y obtuvo en 1955 el Premio Nacional de Pintura antes de viajar a París con una beca del Ministerio de Educación.

Volcado en la escultura a partir de 1961, Camín, galardonado en 2001 por el Gobierno del Principado con la Medalla de Plata de Asturias, integró una generación de artistas asturianos nacidos en década de los veinte de la que también formaban parte Orlando Pelayo y Antonio Suárez.

Este artista autodidacta y polifacético ha dejado numerosas muestras de su obra en distintos puntos de la geografía asturiana, y especialmente en su ciudad natal, donde se pueden contemplar sus esculturas de hormigón en los jardines de Begoña, el altar de la Virgen de Covadonga en la iglesia de San Pedro, o el busto que recuerda al periodista Francisco Carantoña Dubert.

En 2003, la Fundación Municipal de Cultura organizó una retrospectiva de su obra bajo el título "Repaso. Camín", para la que donó su archivo personal, del que formaban parte casi 300 maquetas, más de 200 dibujos, treinta carteles y 400 fotografías.

Estos materiales permitieron a los espectadores aproximarse al taller del artista, a las herramientas de trabajo que le han rodeado a lo largo de los años, descubriéndonos sus preocupaciones estéticas y dudas formales.

También es autor de un monolito de cerca de cuatro toneladas y esculpido por Rubio Camín en memoria de los diecisiete trabajadores del antiguo Hospital Psiquiátrico de Valdediós, en Villaviciosa, ejecutados la noche del 27 al 28 de octubre de 1937.

En un comunicado difundido hoy, la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, recuerda la "enorme generosidad" del artista fallecido con su ciudad, que cuenta "con algunas de sus piezas más emblemáticas, situadas en emplazamientos urbanísticos cuya fisonomía contribuyen a definir, como Génesis o el recuperado Obelisco".