Rayan, el hijo sietemesino de la primera víctima de gripe A en España, ha fallecido en el hospital Gregorio Marañón de Madrid debido a lo que el gerente del centro, Antonio Barba Ruiz de Gauna, ha calificado de "terrorífico error profesional".

Dos profesionales de enfermería de ese centro han sido apartados del servicio por su eventual implicación en el caso, después de que trascendiera que ayer por la noche al bebé se le había administrado una fórmula láctea específica para niños prematuros por vía venosa en lugar de la nasogástrica, que era la adecuada.

"Es una gravísima negligencia que no tiene excusa", porque en el envase viene "perfectamente especificado", pero "por un error que desconocemos, el profesional se equivocó" al administrar el producto, ha afirmado Barba Ruiz de Gauna.

El niño había nacido por cesárea a finales de junio en la vigésimo octava semana de gestación de su madre, Dalila, que murió el día 30 de gripe A, virus del que el pequeño no estaba contagiado.

Según el gerente del Gregorio Marañón, el bebé "estaba evolucionando bien", cuando ayer a las 21,00 horas se le administró ese producto lácteo por la vía errónea.

Aunque se detectó el error a las 22.10 horas y los sanitarios "se pusieron a trabajar con el niño" y "se activaron todos los protocolos e intentaron limpiarle la sangre", Rayan ha fallecido en la mañana de ayer.

Barba ha dicho que el hospital asume toda la responsabilidad posible "tanto humana como patrimonial, aunque sabemos que cosas como ésta no se pueden reparar".

La Consejería madrileña de Sanidad será la encargada de investigar el caso y fuentes de ese departamento han confirmado que los hechos se han puesto en conocimiento de un juez.

Esa misma línea es la que han apuntado en sus declaraciones de hoy varias asociaciones de pacientes, que han exigido al Gobierno regional una investigación para determinar las causas de la muerte de Rayán.

Por su parte, el Consejo General de Enfermería ha abierto una comisión para aclarar la muerte con la intención de "dirimir responsabilidades" y que se aplique "el código deontológico" y "todo el peso de la Ley" sobre los responsables.

Mientras tanto, los sindicatos se han mostrado cautos a la hora de opinar sobre un hecho del que todos subrayan lo extraño que resulta y han coincidido en señalar que habrá que esperar a la investigación para sacar conclusiones.

En el mismo hospital, el padre de Rayán, Mohamed, ha confirmado a EFE que el bebé será enterrado en los próximos días junto a su madre, en la localidad marroquí de Mdiq y, muy afectado, no ha concretado si seguirá viviendo en España tras las desgracias de las últimas semanas.

Todas las reacciones han sido de pesar, como la de la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez: "es una noticia terrible. Queremos volver a trasladar a su familia, en particular a su padre, nuestro más sentido pésame y tratar de apoyarle en todo lo que precise".

Por su parte, el consejero madrileño de Sanidad, Juan José Güemes, se ha trasladado al domicilio del padre de Rayan y viudo de Dalila, para mostrarle su solidaridad.