Este artículo se publicó hace 14 años.
La falta de sueño afecta la salud al reducir la actividad física
Varios estudios habíanasociado la falta de sueño crónica con un aumento del riesgo deobesidad, diabetes y enfermedad cardíaca. Ahora, una pequeñainvestigación sugiere que se le podría atribuir también ladisminución de la actividad física durante el día.
En 15 hombres saludables, un par de noches de apenas cuatrohoras de sueño redujeron el nivel de actividad física comparadocon un día en el que habían dormido las ocho horasrecomendadas.
En cambio, no hubo evidencias de que la falta de sueñoalterara los niveles en sangre de las hormonas reguladoras delapetito, ni que hiciera que los hombres comieran más al díasiguiente como había ocurrido en estudios previos.
Eso significa que existirían muchos motivos para larelación entre la falta de sueño, el peso y la salud,escribieron los autores en American Journal of ClinicalNutrition.
En la práctica, el estudio revela otro motivo para que losadultos duerman lo suficiente, es decir entre siete y ochohoras cada noche, precisó a Reuters Health el autor principal,doctor Sebastian M. Schmid, de la Universidad de Luebeck, enAlemania.
Varios estudios epidemiológicos habían hallado una relaciónentre la baja calidad del sueño y un aumento del riesgo deobesidad y otros problemas. Desde entonces, algunos estudiospequeños en laboratorios del sueño trataron de identificar losmotivos.
En algunos se hallaron evidencias de que la falta de sueñoaltera la regulación de las hormonas del hambre, la leptina yla grelina, lo que eleva el apetito diurno.
Las células grasas segregan leptina, que regula el pesocorporal; cuando sus niveles son bajos, la hormona aumenta elhambre, y cuando suben, le indica al cerebro que el cuerpo estálleno y activa la eliminación de calorías. El estómago segregala grelina para incrementar el apetito.
Pero otra posibilidad es que las personas con falta desueño estén muy cansadas como para moverse durante el día. Esosería lógico, pero ningún estudio lo había investigado.
En el nuevo estudio, el equipo de Schmid hizo que 15hombres sanos y con peso normal durmieran cuatro horas dosnoches consecutivas y ocho horas otras dos noches.
Después de la primera noche, los hombres hicieron susactividades diurnas habituales con una pulsera que registrótodos los movimientos.
Tras la segunda noche, fueron al laboratorio del sueño,donde volvieron a usar las pulseras, se les midieron losniveles de leptina y de grelina, y se les controló la cantidadde calorías ingeridas.
Inesperadamente, el equipo no halló diferencias en losniveles hormonales, el hambre o el consumo de comida después delas noches de cuatro y ocho horas de sueño.
Sí se observó una disminución de la actividad físicadespués de las noches con falta de sueño, al dedicarle menostiempo (en minutos) a la actividad física y al ejercicio másintenso.
Cuando los hombres durmieron ocho horas, dedicaron un 25por ciento del tiempo activo a ejercicio de gran intensidad;eso disminuyó al 22 por ciento con cuatro horas de sueño.
El equipo opina que con el tiempo esas diferenciasinfluirían en el peso y la salud.
Los resultados no indican que la falta de sueño no alteralas hormonas del hambre y el apetito, como lo habían sugeridoestudios previos.
Pero Schmid dijo que los resultados sugieren que hasta lafalta leve de sueño, que es muy común hoy, reduce el nivel deactividad física y "afecta menos" las hormonas y el apetito.
FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, diciembredel 2009
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