Este artículo se publicó hace 14 años.
La familia de la víctima del guardia civil juzgado por asesinato pide 20 años de cárcel
La familia de Mari Luz Pose, que murió en 2007 de los disparos presuntamente de su ex pareja, un agente de la guardia civil juzgado hoy por asesinato en la Audiencia Provincial de Pontevedra, reclamó hoy la imposición de una pena de 20 años de prisión sin posibilidad de reducción de condena.
En declaraciones a los medios de comunicación a la salida de la primera jornada de la vista oral que se desarrolla durante tres días ante un jurado popular, una portavoz de la familia, Isabel Pose, hermana de la víctima, justificó su petición en la actitud que en su opinión tuvo el agente y en base al tratamiento recibido.
El agente, J.M.S, de 34 años, originario de Ferrol, disparó el 15 de diciembre de 2007 con una pistola contra su ex pareja cuando ésta se disponía de denunciarlo por acoso y agresión en las dependencias de la Guardia Civil de la localidad pontevedresa de Cambados.
Sin embargo, en su comparecencia ante el jurado popular afirmó hoy que no recuerda "prácticamente nada" de lo sucedido y que poco antes había consumido una elevada cantidad de alcohol.
La portavoz de la familia opinó que la ingesta de alcohol es inválida ya que "solo hace falta ver el vídeo en el que se grabaron todos los hechos para comprobar que sabía muy bien lo que hacía".
Subrayó que el escrito de la Fiscalía refleja las palabras del acusado después de disparar y matar a la mujer: "Antes de que me arruines la vida, me la arruino yo".
También, señaló las extraordinarias medidas de seguridad en este proceso y observó: "Mi hermana necesitaba protección y no la tuvo, en su momento".
La portavoz de la familia también se refirió a la condición del acusado y autor confeso del crimen que se encuentra en libertad debido a un controvertida decisión judicial.
En ese sentido, indicó que en lugar de comparecer custodiado por agentes públicos, si temía por su integridad que "contratase seguridad privada para acudir a la Audiencia Provincial", dijo.
Por su parte, la amiga de la víctima Iovana, testigo presencial de la muerte, ya que acudió a acompañarla para interponer la denuncia y vio como el agente disparó, declaró a la salida de la Audiencia Provincial que su principal objetivo es "recordar todo lo que paso" para que "el abogado de la defensa no confundiese".
"Sé lo que pasó. Conozco los malos tratos anteriores. Vi cómo acabó con la vida de mi amiga, que era un persona alegre", dijo Iovana, y rechazó la supuesta embriaguez del acusado.
"No estaba bebido. No apunto al pie. Levantó la mano y disparó a la cabeza", concluyó la mujer.
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