Este artículo se publicó hace 13 años.
Las familias de 64 fusilados navarros reciben certificados de reparación
Jáuregui defiende que estos documentos evitan "que se perturbe la realidad de la historia"
El ministro de la Presidencia en funciones, Ramón Jáuregui, entregó ayer, por primera vez en mano, los certificados de reparación y reconocimiento personal establecidos por la Ley de Memoria Histórica a los familiares de 64 fusilados durante la Guerra Civil en varios pueblos de Navarra. La mayoría de ellos eran trabajadores del campo y participaban en partidos políticos u organizaciones sindicales de izquierda.
Al acto, celebrado en el Parlamento de Navarra, acudió también el presidente de la Cámara foral, Alberto Catalán, que recordó que estos reconocimientos representan "la verdadera institucionalización de la memoria colectiva". Asimismo, estuvieron presentes representantes de todos los grupos parlamentarios de la Cámara, además de varias decenas de familiares de fusilados navarros, informa Europa Press.
La Asociación de Familiares de Fusilados y Desaparecidos de Navarra solicitó la presencia del titular de Presidencia en un intento de alentar a los familiares de las víctimas, la mayoría hijos o nietos de éstas, en un momento tan emotivo. "Normalmente este certificado se recibe de forma muy fría porque llega al domicilio del solicitante por correo. Cobra más importancia cuando es entregado por un ministro", explicó Olga Alcega, presidenta de la asociación.
Alcega, cuyo abuelo Antonio, que era cartero en Bureta (Zaragoza) fue fusilado en septiembre de 1936, cree que este documento, además de ser un "resarcimiento moral" a los descendientes de las víctimas, es un "reconocimiento a las personas que fueron asesinadas injustamente por razones ideológicas". Se trata de un documento acreditativo que no entraña reparación o indemnización de índole económica o profesional.
"Reparación moral"Por su parte, Jáuregui dijo que este certificado, que, explicó, reconoce "que una persona fue asesinada, injustamente maltratada, que su juicio no tuvo legitimidad", evita "que se perturbe la realidad de la historia". En este sentido, puso en valor algunas de las consecuencias de la Ley de Memoria Histórica. Entre ellas, las 6.000 exhumaciones que se han hecho en los últimos cuatro años, los 200.000 nietos de exiliados nacionalizados españoles o la realización de mapas de fosas en los que se han descubierto 2.300 enterramientos ilegales.
El ministro también defendió la importancia de que este "acto de reparación moral" se realizara "en la sede de la soberanía del pueblo de Navarra". Y acabó su discurso con una frase dirigida a los que desprecian el intento de recuperar la memoria de los represaliados por Franco: "No abrimos heridas. La verdad no abre heridas. La verdad y la justicia cierran heridas y ayudan a la reconciliación", declaró.
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