Este artículo se publicó hace 13 años.
Las FARC tenían intención de liberar a seis rehenes hasta la víspera de los combates
Las FARC tenían la intención de hacer un gesto humanitario que diera pie a un diálogo de paz con el anuncio de la liberación de seis rehenes, reveló una carta divulgada hoy que llegó a sus destinatarios en la víspera de los combates y posterior ejecución de cuatro secuestrados este sábado.
El colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz publicó en su página de internet la carta que recibieron de la guerrilla el viernes 25 de noviembre.
Con esta misiva, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) respondían a un mensaje enviado en agosto pasado por la líder de Colombianos y Colombianas por la Paz, la exsenadora liberal Piedad Córdoba, junto con un nutrido grupo de mujeres activistas de renombre internacional, en la que les pedían un gesto humanitario.
En la página web, Colombianos y Colombianas por la Paz adjuntan la "carta abierta" que el Secretariado de las FARC (órgano de mando) dedica a las "amigas de la paz y de la solución política de los conflictos".
"Aferrados a la esperanza de que la liberación de prisioneros de guerra, como resultado de un acuerdo entre las partes contendientes, puede encauzar a la nación hacia el raudal de la solución política, respondemos hoy a su misiva de agosto", arrancaba el mensaje.
En el texto, la guerrilla reiteraba su disposición "de dialogar con el Estado, de cara al país, con miras a un futuro de paz".
Sin embargo, reivindicaba atención para cerca de 800 guerrilleros presos y "unos 7.500 ciudadanos encarcelados por sus ideas" y recopilaba las liberaciones unilaterales que la organización ha venido propiciando desde el Gobierno del expresidente Ernesto Samper (1994-1998).
Asimismo, solicitaban que se considerara "como asunto crucial (...) el estudio de fórmulas que permitan la repatriación y liberación de 'Simón Trinidad', 'Sonia' e 'Iván Vargas', guerrilleros de las FARC prisioneros del imperio, extraditados a los Estados Unidos por el rencor y la retaliación de un expresidente desquiciado", en alusión, aclaraban, a Álvaro Uribe (2002-2010).
Por último, la carta concluía: "Como un nuevo acto humanitario que respalda esta carta, anunciamos la liberación de 6 prisioneros de los que permanecen en nuestro poder, los cuales serán entregados a las firmantes de la misiva que hoy respondemos" y detallaba que a la cabeza de dicho proceso estaría Córdoba.
Además, indicaba que "esta fue la determinación" del ex máximo líder de las FARC, "Alfonso Cano" días antes de "ser asesinado por el régimen guerrerista y sanguinario de (el presidente) Juan Manuel Santos" el pasado 4 de noviembre, en combates que siguieron a un bombardeo sobre un área del suroeste de Colombia.
Tras la muerte en combate de Guillermo León Sáenz, verdadero nombre del alias "Alfonso Cano", las FARC quedaron en manos de Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko" o "Timoleón Jiménez", que en un mensaje a Santos defendía la robustez de la organización.
Aunque Santos ha venido hablando durante la última semana de su disposición al diálogo con la guerrilla, condicionada a una muestra "humanitaria" por su parte, el jueves anunció que el Gobierno ultimaba una nueva estrategia militar para acabar con "los violentos" que haría pública el fin de semana.
El sábado irrumpió la noticia del fusilamiento por guerrilleros del sargento mayor del Ejército José Libio Martínez Estrada y los integrantes de la Policía Nacional: el coronel Edgar Yesid Duarte, el mayor Elkin Hernández Rivas y el intendente jefe Álvaro Moreno, hechos que ocurrieron, según admitió el Gobierno, en el marco de una operación militar.
Un quinto secuestrado, el suboficial de la Policía Luis Alberto Erazo Maya, logró escapar de los disparos guerrilleros y volver a la libertad tras más de doce años de cautiverio.
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