Este artículo se publicó hace 14 años.
Fariñas regresa a su casa con el ánimo de volver a la actividad periodística
El disidente cubano Guillermo Fariñas, que pasó más de cuatro meses en huelga de hambre para pedir la libertad de los presos políticos enfermos, regresó hoy a su casa con el ánimo de retomar su actividad periodística, tras recibir el alta del hospital donde transcurrió la mayor parte de su ayuno.
"Me siento extraño en casa, adaptándome, abrazado con mi hija, mi hermana, esperando a mi sobrina que considero como a mi hija adoptiva", dijo a Efe Fariñas vía telefónica desde su residencia en la ciudad de Santa Clara, unos 300 kilómetros al este de La Habana.
El periodista y psicólogo de 47 años indicó que ha recibido "mucha solidaridad" de los vecinos y afirmó que su plan es "en cuanto pueda comenzar a escribir artículos de nuevo".
Según explicó, los médicos decidieron darle hoy el alta porque sus índices de coagulación han mejorado, pero a partir de ahora su caso tendrá que ser seguido por un especialista en angiología cada 15 días.
En las próximas semanas Fariñas tendrá que utilizar una silla de ruedas hasta que los médicos decidan dar el visto bueno para que comience el trabajo de fisioterapia y poder caminar.
El pasado 24 de febrero Fariñas inició una huelga de hambre y sed en homenaje al preso Orlando Zapata que duró 134 días, y concluyó el 8 de julio después de que el Gobierno cubano anunciara su compromiso de liberar a 52 disidentes del Grupo de los 75, condenados en 2003.
El opositor pasó la mayor parte de su ayuno en la unidad de terapia intensiva del hospital "Arnaldo Milián Castro" de la ciudad central de Santa Clara, donde fue ingresado el 11 de marzo tras sufrir dos colapsos en su casa que lo dejaron en estado inconsciente.
Durante su hospitalización recibió tratamiento médico, así como sueros de hidratación y alimentación parenteral, y se llegó a temer por su vida después del empeoramiento que le supuso la aparición de una trombosis yugular.
Según dijo hoy a Efe Ismeli Iglesias, el médico disidente que sigue su caso, tras el alta médica a Fariñas ahora "lo preocupante es el trombo que tiene y que deberá llevar un tratamiento durante varios meses con anticoagulantes".
Iglesias señaló que la dieta de Fariñas ya se ha normalizado e ingiere todo tipo de alimentos, pero insistió en que el periodo de fisioterapia que debe pasar demorará un tiempo más, hasta que los médicos aprueben las actividades físicas.
El organismo de Fariñas ha demostrado una extraordinaria capacidad de resistencia después de otros 23 ayunos de protesta realizados desde 1995.
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