Las personas que consumen medicamentosantipsicóticos son casi dos veces más propensas a padecer unaccidente cerebrovascular (ACV), comparadas con quienes norealizan ese tipo de tratamiento, informaron el viernesinvestigadores británicos.

El peligro es aún mayor, casi 3,5 veces, entre los hombresy mujeres con demencia, lo que implica que los médicos deberíanrecetar estas medicinas a esos pacientes sólo como últimorecurso, indicaron los expertos.

Anteriormente se desconocía el riesgo de ACV asociado conlos fármacos antipsicóticos más antiguos, pero el estudiopublicado en British Medical Journal demostró que tanto lamedicación nueva como los tratamientos más viejos acarrean estemayor riesgo de ACV.

"Los peligros relacionados con el uso de antipsicóticos enpacientes con demencia generalmente superan los posiblesbeneficios y, en este grupo de personas, la utilización deantipsicóticos debería evitarse cuando sea posible", escribióel equipo de Ian Douglas, de la Escuela de Higiene y MedicinaTropical de Londres.

Los investigadores observaron los registros médicos de casi7.000 hombres y mujeres y analizaron la incidencia de ACV entreaquellos que en algún momento habían tomado medicamentosantipsicóticos.

El equipo descubrió que esos pacientes eran 1,7 veces máspropensos a padecer un ACV y que el riesgo se incrementaba silas personas sufrían demencia.

Los tratamientos antiguos más comunes incluían una clase defármacos llamada fenotiazina y las medicinas haloperidol ybenperidol.

El medicamento más nuevo evaluado en el estudio fue el deJohnson & Johnson llamado Risperdal y conocido genéricamentecomo risperidona, dijeron los investigadores.

Otros fármacos nuevos que se analizaron fueron Zyprexa, oolanzapina, de Eli Lilly and Co; Solian, o amisulprida, deSanofi-Aventis y Seroquel, o quetiapina, de AstraZeneca Plc.

Los investigadores no evaluaron por qué las personas condemencia corrían más riesgo de ACV, pero una posibilidad es queestén involucradas las causas vasculares de ciertos tipos dedemencia, manifestó Douglas.

"No sabemos por qué este riesgo adicional vinculado con losantipsicóticos es aún mayor en las personas con demencia",indicó el epidemiólogo.