Este artículo se publicó hace 16 años.
"Farruquito", con su baile, obliga al público a olvidar su condena penitencia
Juan Manuel Fernández Montoya "Farruquito" ha bailado esta noche en Sevilla con tanta seriedad que ha provocado que el público olvide su condena y su estado penitenciario.
"Farruquito" que actuaba ante sus paisanos por primera vez en cinco años, desde que se encuentra en libertad, ofreció temple, contundencia, inspiración y técnica a un público entregado que, al principio, le gritó y le apoyó con consignas que no le ayudaban a bailar recordándole su pasado.
Hasta una pancarta desplegada al comienzo del espectáculo que le manifestaba el apoyo de "los compañeros de "Sevilla II" -la prisión donde ha estado internado por el atropello de un hombre que falleció, cuando conducía sin carné- desapareció en los primeros minutos del espectáculo "Puro", con el que el bailaor ha regresado a los escenarios, y que comenzó con retraso en el auditorio "Rocío Jurado", dentro de la programación de la Bienal de Flamenco de Sevilla.
"La Sentencia" que anunciaba el programa por seguiriyas se refería tan sólo al tribunal supremo del flamenco: "Es un paso por la fragua en el que el viejo examina al joven. Campanillas de bronce/ que a flamenco suenan...", explicó.
El bailaor, que ha reconocido a los periodistas que su baile es casi todo inspiración, ha ofrecido un espectáculo de casi una hora y media de duración sin descansos, en el que ha bailado por bulerías, alegrías y soleares, en el que ha sido el protagonista absoluto, ya que además del baile, ha sido el autor de las coreografías y de la escenografía, ha elegido la música y hasta ha compuesto la mayoría de las letras.
La soelá "Herencia" es un homenaje a su abuelo, "Farruco", un palo con el que "Farruquito" ha confesado que es con el que más le gustaría que se identificara con su abuelo, y por el que tiene cierta predilección porque, en su opinión, "bailar soleás en estos tiempos que corren es muy difícil".
Su primo José -por lo menos así se ha presentado- dijo a Efe que "Farruquito" tiene una virtud muy importante en un artista: todas las penas y las alegrías, en definitiva las vivencias, las recicla y las convierte en arte".
"Las vivencias le hacen crecer como artista porque tiene una capacidad innata de reconvertirlas, transformarlas en energía que transmite en forma de baile".
"Farruquito" también ha demostrado su amor por el cante flamenco y su gusto por "bailarle al cante", por lo que esta noche se ha rodeado de los cantaores Juan José Amador, Antonio Zúñiga, Pedro el Granaíno, El Rubio de Pruna, La Tana, Encarnita Anillo y María Vizarraga.
Como anunció el bailaor, este montaje, aunque se haya tratado de flamenco puro, nada ha tenido que ver con otros espectáculos suyos, en los que estaba acompañado de su familia, de ahí que también haya elegido instrumentos no siempre habituales en el flamenco como el violín de Bernardo Parrilla o el piano de Jaime Calabuch.
El montaje, producido por Ópera & Flamenco, ya fue estrenado el pasado julio en Palma de Mallorca,
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