Este artículo se publicó hace 12 años.
La FAVB rechaza el "giro coercitivo" del ayuntamiento para vetar prostitución
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) ha mostrado hoy su "más firme oposición" a que el ayuntamiento quiera vetar la prostitución callejera porque es "un giro coercitivo" que "contradice el compromiso del alcalde de aplicar medidas sociales y humanas" a las meretrices.
El Ayuntamiento de Barcelona aprobó ayer una propuesta del PPC para endurecer la ordenanza de civismo y sancionar a prostitutas y clientes, a los que encarecerá las multas, sin previo aviso.
En un comunicado, la Vocalía de Mujeres de la FAVB muestra su "más firme oposición a las intenciones del Ayuntamiento de Barcelona, en connivencia con el grupo municipal del PPC".
"Estas medidas contradicen -explican los vecinos- el compromiso adquirido por el señor Xavier Trias (alcalde de Barcelona) ante nuestra federación, asegurándonos que daría un tratamiento social y humanista, y no represivo, a las mujeres en situación de prostitución".
La federación vecinal valora que se haya incrementado el presupuesto del servicio municipal de la Agencia para el Abordaje Integral del Trabajo Sexual (ABITS), que apoya socialmente a las prostitutas, pero denuncia que "las sucesivas batidas policiales en el Raval y, ahora, este giro coercitivo, apuntan a un sentido contrario y totalmente negativo".
"Las mujeres que se ven abocadas a hacer la calle en nuestra ciudad -esencialmente extranjeras procedentes de regiones económicamente deprimidas- representan un colectivo especial vulnerable, a menudo sometido a situaciones de violencia extrema por parte de redes de proxenetas, pobreza o marginalidad", explica la FAVB.
Por ello, reivindica que las administraciones tengan "una especial protección" y no las criminalice expulsándolas del espacio público, porque "aumentará su vulnerabilidad, haciéndolas inaccesibles a los servicios y asociaciones que les dan apoyo".
"La nueva orientación municipal es tan hipócrita como antisocial e insolidaria. Lejos de erradicar la prostitución, sólo provocará hacerla más clandestina, más sórdida aún y más férreamente controlada por el crimen organizado", sentencian las asociaciones de vecinos.
"Se trata de una política de escaparate destinada a vender la imagen de una Barcelona 'fashion', escondiendo su miseria social en lugar de abordarla con coraje y generosidad", añaden los vecinos.
En parecidos términos se han expresado también las entidades que trabajan en apoyo de las trabajadoras sexuales del Raval.
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