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La Fed ¿frena el pánico o lo alimenta?

EFE

La Reserva Federal de Estados Unidos decidió hoy plantar cara a la posible recesión con la bajada de tipos más agresiva de los últimos 20 años, aunque queda la duda de si este movimiento inesperado frenará el pánico o más bien lo alimentará.

La autoridad monetaria anunció hoy, en medio de las turbulencias de los mercados, que recortaba el precio del dinero en 0,75 puntos, una medida inusual que fue tomada sin esperar a la reunión que tiene prevista para los próximos 29 y 30 de enero.

La medida fue interpretada por los mercados como un claro indicador de que la economía estadounidense no sólo está en peligro, sino que probablemente acabó el cuarto trimestre del 2007 con una contracción.

Lejos de generar optimismo, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, que no operó ayer por festivo, llegó a caer hoy 460 puntos tras conocer la decisión de la Reserva Federal (Fed), aunque posteriormente corrigió esa pérdida.

Para David Page, de la firma Investec Securities, el hecho de que la Fed no haya esperado a la reunión de finales de enero puede llegar a desatar el pánico en los mercados.

"Si la Fed está tan preocupada como para recortar los tipos de esta manera, ello puede alimentar aún más el miedo a que la economía estadounidense esté realmente en una situación muy mala", dijo.

"Claramente, la Fed está reaccionando a una situación de pánico, después del desplome de las bolsas de los últimos días", aseguró hoy el economista jefe de la firma The Hartford, Quincy Krosby.

"Debería haber reaccionado hace semanas, cuando ya era evidente la falta de confianza de los mercados", añadió.

Para el economista jefe de Moody'sEconomy.com, Mark Zandy, la reacción de las bolsas podría haber sido peor si la Fed hubiera adoptado una rebaja menos contundente.

"El hecho de que hayan adoptado una medida tan fuerte revela que la Fed va a estar trabajando de manera agresiva para que regrese la confianza en la economía", dijo.

Muchos observadores dan por supuesto que la economía estadounidense no creció en el ultimo trimestre del 2007 ni lo está haciendo en el 2008, aunque para que se considere recesión debe haber una contracción durante tres trimestres consecutivos.

Para algunos, la vía de abaratar el precio del dinero no está agotada tras el fuerte recorte de hoy, y en los mercados de futuros aumentan las apuestas de que el próximo 30 de enero puede haber una nueva rebaja.

No obstante, queda la duda de si esta medida será suficiente para reactivar el gasto de los consumidores, que ahora se encuentra atenazado por las restricciones del crédito, los altos precios de los combustibles, y el desempleo.

Como apoyo se encuentra el plan de medidas de reactivación económica que defiende el presidente estadounidense, George W. Bush, quien hoy precisamente se reunirá con los demócratas y los republicanos en el Congreso para sacarlo adelante.

Tal y como hizo en el 2001 tras los atentados terroristas, Bush propone una devolución de impuestos, es decir, enviar a cada ciudadano un cheque con 800 dólares listos para gastar, o el doble si se trata de una familia.

Esta medida va dirigida exclusivamente a reactivar el consumo, que en el caso de Estados Unidos supone las dos terceras partes de su Producto Interior Bruto (PIB).

Los demócratas creen que la medida que propone Bush tendrá un efecto temporal limitado y no generará una mayor confianza de los consumidores en la economía.

Ellos proponen otras medidas, como mejorar las prestaciones por desempleo de los parados.

"Este estímulo es un parche que se necesita ahora mismo, pero no hará que los consumidores se lancen a comprar", declaró a la cadena CNN Michael Niemira, economista jefe del Consejo Internacional de Centros Comerciales.

La Federación Nacional de Minoristas ha previsto para este año un aumento en las ventas del 3,5 por ciento, la menor en seis años.

"Cualquier dinero extra que reciban los consumidores mediante un alivio fiscal temporal ayudará a aumentar el gasto. Pero nada sería tan efectivo como si se produjera un alivio fiscal permanente", añadió Niemira.

Los expertos consideran que, pese a estas medidas, las bolsas continuarán con una gran volatilidad, al menos mientras no se despeje la incertidumbre económica.

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