La Reserva Federal estadounidense (Fed) ha decidido de nuevo esperar a tomar medidas. Y eso que, tras dos días de debate, el Comité de Mercados Abierto del banco central, que dirige la política monetaria de EEUU, redujo en torno a un punto sus previsiones de crecimiento para este año y el próximo, al tiempo que elevó sus estimaciones de paro, para el que augura progresos muy lentos.

Ante este escenario complicado, la Fed decidió mantener el tipo de interés de referencia por debajo del 0,25%, el mismo desde diciembre de 2008, con la idea de conservarlo hasta mediados de 2013. También anunció que continuará el programa que lanzó a mediados del pasado septiembre, la llamada operación Twist, de compra e intercambio de bonos a corto plazo por otros de largo plazo, un plan de 400.000 millones que debería durar hasta julio de 2012.

El banco central decide no tomar por ahora nuevas medidas de estímulo

Como siempre, los comunicados de la Fed se pueden leer de muchas maneras. El banco señaló que se ha producido un cierto fortalecimiento del crecimiento en el tercer trimestre del año pero, como matizó su presidente, Ben Bernanke, 'los progresos serán frustrantemente lentos'. Su estimación es que el PIB crecerá entreel 1,6% y el 1,7% en 2011, y entre el 2,5% y el 2,9% en 2012. Para el paro (que cerrará el año en el 9,1%), pronosticó que 'caería muy gradualmente' y que el próximo año cerrará entre el 8,5% o 8,75%, 'muy por encima' del 7,8% previsto.

La inflación, sin embargo, está contenida, resultado sobre todo de la caída de los precios del crudo, y debería mantenerse alrededor del 2%, anticipó Bernanke. Eso permite a la Fed mantener los tipos sin ningún temor.

El error en las estimaciones, que ayer tuvo que volver a recortar, se debe, según Bernanke, a 'una racha de mala suerte', al agujero de la crisis inmobiliaria y a 'la volatilidad de los mercados debido a la situación europea y las condiciones fiscales de EEUU'.

Reconoce la 'frustración' de ver desde la barrera lo que sucede en la UE

En lo que concierne a Europa, reconoció una cierta 'frustración' al tener que ver los acontecimientos desde la barrera: 'Yo mismo y el secretario del Tesoro nos reunimos y hablamos con nuestros homólogos europeos, les damos consejos. A veces los siguen y a veces no'.

Hubo disensiones en el seno de la Fed sobre el camino a seguir. Al final, la decisión contó con los votos a favor de todos los miembros del comité, excepto del presidente de la Fed de Chicago, Charles L. Evans, que se mostró partidario de una política más intervencionista.