Este artículo se publicó hace 16 años.
Federer dice que no hay duda sobre su forma
El suizo Roger Federer se encuentra al cien por cien y dispuesto al asalto de su cuarto título del Abierto de Australia, sin importarle lo más mínimo el virus estomacal que le impidió participar la semana anterior en el torneo de exhibición de Kooyong.
"He estado jugando varios sets en los últimos días, lo que ha sido muy importante para mi y en realidad me encuentro satisfecho con mi forma. Muy complacido. Físicamente estoy bien, y me considero al cien por cien", dijo hoy, 24 horas antes de que comience el primer grande del año, aunque en su caso, no debutará hasta el martes contra el argentino Diego Hartfield.
Federer dejaba así de claro a sus rivales que no podrán estar tranquilos un año más en Melbourne Park, algo que la mayoría de ellos ya esperaban. "A Federer le bastan un par de partidos para adquirir la forma", había advertido el español Rafael Nadal. "No creo que tengamos que estar muy preocupados con la preparación de Roger", bromeó el estadounidense Andy Roddick, que este sábado ganó por tercer año consecutivo la prueba de Kooyong.
Para el número uno del mundo, llegar a Australia y vencer se ha convertido en una experiencia normal, casi una rutina. Lo ha hecho en los dos últimos años, además del 2004. Y sabe que aunque no haya jugado partido oficial alguno desde la final de la Copa Masters de Shanghai 2007, contra el español David Ferrer, posee una memoria histórica que le hace sobrevivir en Melbourne.
"Siempre es duro en Australia porque no tienes muchos partidos hasta llegar aquí. Pero estoy muy acostumbrado a eso, sé lo que es no jugar durante cuatro o seis semanas y llegar y ganar un torneo tan grande como este. Para mí no hay demasiado cambio", explicó hoy.
Federer comentó que había estado enfermo cinco días, con gripe y una complicación estomacal. "No me alarmé demasiado porque sabía que tenía tiempo suficiente antes de que el torneo comenzase", apuntó para comentar después que si este percance le hubiera sucedido a la mitad de una competición como esta "jamás hubiera abandonado", aunque se hubiera limitado a "merodear" alrededor de la pista.
"¿Mi confianza? No sé dónde está", bromeó hoy, "pero me he entrenado muy duro en Dubai unos días antes de llegar aquí y he creado una buena base para estos quince días. El tenis vuelve muy rápidamente y creo que me estoy moviendo muy bien y que este tipo de pista nueva se adecúa a mi juego", adelantó.
Federer cree que la nueva superficie de Plexicushion que sustituye a la de "rebound ace" que ha perdurado durante 21 años en el Abierto de Australia, no es tan diferente. "Creo que es similar, quizás algo más lenta. No he jugado demasiado de día, pero mañana practicaré para ver qué se siente durante el día", dijo Federer a quien le gusta ahora más el color azul de las pistas de Melbourne Park que las verdes de antaño. "El estadio parece más entrañable, más agradable", dijo.
Roger, además, defendió que las superficies de los Grand Slams no deben cambiarse demasiado porque pierden su estatus, su carisma. "Mejor que mantengan esta durante los próximos 50 años", comentó.
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