Fernández de la Vega califica de "gran torpeza" cerrar los ojos al cambio climático

La vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, señaló hoy la "enorme torpeza" de quien cierra los ojos ante realidades como el cambio climático, los flujos migratorios o el hambre en el mundo.

De la Vega realizó estas afirmaciones al recibir hoy en Rimini (noreste de Italia) la medalla de oro del Presidente de la República italiana, otorgada por el Centro Pío Manzú, por su labor en favor de los derechos humanos, y especialmente los de las mujeres.

En su discurso, la vicepresidenta explicó que quien "cierra los ojos" ante dichas realidades "demuestra no sólo cortedad de miras, sino también una enorme torpeza, que por irresponsable y miope ningún responsable político debería permitirse y ningún ciudadano tiene que amparar".

Y, añadió, que "los responsables políticos, enredados en la lucha partidaria y atentos a las pequeñas refriegas del día a día que no sean capaces de ver y encarar con voluntad y decisión los grandes retos del plantea, no están capacitados para liderar a los ciudadanos".

Siguiendo el tema de la Conferencia Internacional de este año del Centro Pío Manzú, dedicada a la infancia, De la Vega aseguró que su trayectoria política ha estado siempre guiada por un "profundo compromiso con la libertad y la igualdad".

De la Vega explicó que hay "millones de razones para abrir las puertas de la justicia y a un mundo mejor", y añadió que tantas razones como los "2 millones de niños con SIDA, los 15 millones de niños que son huérfanos por esta enfermad, los 10 millones de niños menores de 5 años que mueren de hambre, desnutrición o falta de agua, o los 118 millones de niños obligados a trabajar, a participar en conflictos armados o explotados sexualmente".

"Razones son las que no faltan. Todos tenemos que aportar nuestra contribución grande o pequeña, porque la historia nos enseña que lo podemos hacer y que se puede mejorar el mundo", añadió.

La vicepresidenta española insistió en que en el mundo globalizado en el que vivimos, "no sólo las comunicaciones tienen que ser globales, sino también la justicia".

"Tenemos que luchar por una justicia global en un mundo global", que sirva para "reducir las desigualdades y disparidades de bienestar, y que asegure una distribución justa de los beneficios de la globalización y que haga frente a los desafíos que el mundo nos plantea", agregó.

Para De la Vega, "preparar el futuro, adelantarse al porvenir" es una obligación y una responsabilidad de los gobiernos.

Los gobiernos, añadió, "tienen que dar a los niños la consciencia de tener derechos y darles los instrumentos para garantizarlos y defenderlos".

A este propósito, destacó que el Gobierno español "ha hecho de la ampliación de las libertades, la extensión de los derechos ciudadanos y la lucha de la paz y la equidad en el mundo, una de sus principales señas de identidad".

Y recordó que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha prometido que si es reelegido en las próximas elecciones, "España será el primer país entre las primeras 10 economías del mundo en dedicar el 0,7% en ayuda al desarrollo".

También destacó que España ha aumentado hasta 15 millones de euros los fondos destinados a UNICEF.

Asimismo, anunció que antes de que termine el año se pondrá en marcha un plan de atención a la infancia, que se centrará fundamentalmente en la prevención sanitaria, en el acceso a la educación y la erradicación del trabajo infantil, dedicado especialmente a los niños indígenas y afrodescendientes.

La medalla que recibió hoy De la Vega la otorga cada año a diferentes personalidades el Centro Pío Manzú, presidido por el ex presidente de la Unión Soviética y premio Nobel de la Paz, Mijail Gorbachov.