El tenista español David Ferrer comentó tras clasificarse para los octavos de final del Abierto de Estados Unidos, que el partido ante el alemán Florian Mayer fue más duro de lo que reflejó el marcador final, en el que se impuso por 6-1, 6-2 y 7-6.

"El partido ha durado una hora y media pero ha sido más duro de lo que parece. En el tercer set él ha sacado mejor y sabía que se podía complicar, peor iba con dos sets ya ganados y eso te da confianza. Estoy feliz con mi juego, en los momentos importantes he servido bien", explicó.

"El día ha sido muy pesado, hacía muchísimo calor, pero he aguantado bien físicamente. A medida que se van ganado partidos vas cogiendo confianza. Ganar el primer partido ante Andreev fue muy importante porque tenía dudas", añadió.

En octavo de final, Ferrer se enfrentará ante el norteamericano Andy Roddick, al que derrotó recientemente en pista rápida en la localidad tejana de Austin, en los cuartos de final de la Copa Davis.

"Será un partido en el que los dos saldremos muy motivados. Siempre han sido partidos muy igualados y duros. Le admiro mucho como jugador. Tanto en la pista como fuera, es señorial. Lleva casi diez años como top ten y es un jugador en el que me he fijado, he tratado de imitarle mucho por la pasión y la lucha que le pone siempre", recalcó.

Cuando se le cuestionó por el récord de abandonos que este año ha habido en la disputa del torneo, el pupilo de Javier Piles indicó que "son lógicos por el calendario que hay, son muchos partidos y los jugadores no somos máquinas".

Con su pase a octavos de final, Ferrer logró por primera vez en su carrera alcanzar esta ronda en los cuatros Grand Slams en una misma temporada. "Esto demuestra que he estado muy regular todo el año, manteniendo una línea muy buena. Ha sido una grata sorpresa", concluyó.