Este artículo se publicó hace 15 años.
Ferrero explora las pasiones oscuras en "El beso de la sirena negra"
El escritor Jesús Ferrero ganó el premio Anagrama de Ensayo el pasado mes con "Eros y Misos", una reflexión sobre las pasiones. Y ahora en el panorama de ficción aparece con "El beso de la sirena negra", una novela policiaca en la que cruza el espejo para mirar cara a cara a lo más oscuro del deseo.
Y para viajar por el lado más peligroso y desconocido del alma, Jesús Ferrero (Zamora 1952) ha creado a la investigadora privada Agata Blanc, una sofisticada mujer a la que la atrae "la curiosidad por conocer la zona oculta de las conciencias y el denso tejido de tinieblas que fluye por debajo de la conducta humana", y un personaje con el que el autor de "Bélver Yin" se apunta al género policiaco.
"Es una casualidad, y no me incorporo a la novela por moda; quienes me conocen, saben que ya hice una pequeña incursión con "El efecto Doppler", pero no conseguí encontrar el tono. Cuando apareció Agata Blanc, sí que sentí que era mi personaje", precisa a Efe el escritor.
Publicada por Siruela, "El beso de la sirena negra", cuenta cómo una universitaria muy preparada y sofisticada, Agata Blanc, es requerida por una aristócrata, Lucía Valmorant, para que investigue la desaparición de su hija Alize, una mujer que ha querido estudiar medicina -"pareciéndose a la clase media", dice la madre-, y que siempre lleva bajo el brazo el libro "Alicia al otro lado del espejo", de Lewis Carrol.
La investigación lleva a Blanc a París, donde descubre a Alize y sus crueles abismos psicológicos y físicos, y por donde aparecerá Marcel Proust, cuya imagen sirve de disfraz.
Londres, París, El Escorial y Madrid son los tres escenarios por donde transcurre la narración y también son los lugares por donde se desarrolla la propia biografía de Jesús Ferrero, quien estudió Historia en la Escuela de Altos Estudios de París y donde vivió muchos años. Hoy El Escorial y la sierra de Madrid son los refugios del escritor.
"A través de Agata Blanc quiero hacer una exploración del mundo de las pasiones. Ella misma confiesa que se siente atraída por el otro lado, que es la zona oscura del ser y la materia oscura del ser. Y piensa, con bastante razón, que en los ricos la materia oscura es todavía más oscura", dice con humor el autor.
"Y es que para Ferrero, el deseo es el motor del mundo. Cuando los místicos de antes y de ahora afirman que lo mejor es anular el deseo, como decían los anacoretas de las primeros tiempos del cristianismo, es falso, porque hasta en ese deseo de anulación hay deseo. Hasta que llega la muerte no se sale del universo de las apetencias y deseos", sostiene autor de "Opium", "Las trece rosas" o "El secreto de los dioses".
Un viaje en el que Ferrero se ha mentido en la piel de una mujer, con absoluta normalidad, porque está convencido de que "todos somos andróginos física y mentalmente". "No hay nada que incorporar del otro sexo -relata- porque interiormente está incorporado. Los griegos decían que la virilidad no es patrimonio de ningún sexo y que está explicita e implícitamente en los dos sexos, solo hay que explorarlo".
Escrita con absoluta libertad de sentimientos y cargada de poesía, "El beso de la sirena negra" es la primera novela de las tres que quiere escribir Jesús Ferrero con Agata Blanc como protagonista, y ésta en el próximo libro se meterá de "hoz y coz" en un nuevo caso, sin ninguna continuidad con el anterior.
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