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Ferrero, el invitado sorpresa, contra Murray, el relevo de Tim Henman

EFE

Juan Carlos Ferrero se ha convertido en el invitado sorpresa en un Wimbledon sin defensor del título, con la baja de Rafael Nadal, y ya es el único tenista español que prosigue sin tropiezos por el All England Club, donde mañana miércoles se mide con el escocés Andy Murray, la gran esperanza británica y un hombre que soporta una pesada carga mediática.

El de Onteniente vuelve a recordar al Ferrero del "top ten" aunque sea, ahora mismo, el competidor con peor ránking -el 70 en la lista de la ATP- de los que aún sueñan con alcanzar la final en la hierba británica.

Ante los Feliciano López, David Ferrer o Fernando Verdasco que arrancaron este año con los carteles de "especialistas en hierba" de la 'flota Spanish' en el SW19, pocos hubieran anticipado la permanencia en solitario del jugador valenciano.

No obstante, junto con el estadounidense Andy Roddick, el australiano Lleyton Hewitt y el suizo Roger Federer -también clasificados en esta ronda- Ferrero puede presumir de haber ocupado lo más alto en el tenis mundial.

Aunque se le considera "la sorpresa" de la "Armada" en este "grande", al propio jugador su pericia en hierba no le pilla desprevenido. En absoluto. Mantiene desde el primer día que se mueve ágil, suelto, sobre esta superficie, donde además disfruta y ahora, también, gracias a un nuevo programa específico de ejercicios, dice que físicamente se encuentra en plenas facultades.

En su décima incursión en este torneo, donde cuenta con un balance de 22 victorias en 29 compromisos disputados, iguala ya la que hasta la fecha ha sido su mejor marca, que logró cuando se metió en esta misma fase del torneo en el 2007, para caer entonces ante el helvético Federer, que terminaría proclamándose ganador.

El ex campeón de Roland Garros, que esta temporada se proclamó vencedor en Casablanca, ha sido además semifinalista en Queen's y cuartofinalista en Buenos Aires y Costa Sauipe.

Ferrero sigue ahora derribando obstáculos gracias a una invitación especial de la organización y desde esta posición de "no favorito", siente que tiene menos presión, y así ha ido borrando de su paso al ruso Mijail Youzhny, al francés Fabrice Santoro, al chileno Fernando González y, anoche, al también galo Gilles Simon.

Con esta última victoria, el Valenciano igualó con su compatriota Rafael Nadal en el número de encuentros ganados en este Grand Slam y se ha quedado a tan sólo cuatro del récord de Manolo Santana.

Ferrero es el primer tenista que se mete en cuartos de esta competición con una invitación desde que lo logró el croata Goran Ivanisevic en el 2001, año en el que ese jugador se impuso en la final al australiano Patrick Rafter.

Si para preparar el duelo con el francés Simon, Ferrero se empapó viendo vídeos de su rival en Youtube, ahora no le hace falta conectarse a internet para saber que "tendrá a todo un país en contra".

"A él le gusta jugar a un nivel para luego cambiar el ritmo muy rápido. Así que yo trataré de estar centrado. Si quiero vencer, será muy difícil. Quiere ganar, como todo el mundo. Y por supuesto yo quiero aprovechar mis oportunidades para intentar ganarlo", explicó.

No será sencillo acabar con la energía de Murray. El escocés afrontará su próximo escollo tras haber sido el primero en disputar todo un partido bajo el nuevo y flamante techo retráctil de la pista Central, donde el martes mantuvo en vilo a todo un país mientras lidiaba con el suizo Stanislas Wawrinka, el verdugo de Nadal en Hurlingham, el mismo día en que el manacorense anunció que no competiría en este Wimbledon.

Posteriormente, y pese a elogiar "el ambiente" vivido en la "Catedral", "ha sido el público más ruidoso ante el que he jugado", el de Dunblane se quejó de la humedad que notaron tanto él como su adversario en la pista. "Estábamos sudando ya desde el principio", señaló, Murray que saldó en tres horas y 57 minutos su partido (2-6 6-3 6-3 5-7 6-3).

Murray se muestra cauto ante Ferrero. Contra el ex campeón del Abierto de París ya jugó hace sólo unas semanas en Queen's, considerado la antesala de Wimbledon, y la primera competición de hierba que ganó en su carrera.

Allí, el británico saldó una cuenta pendiente al convertirse en el primer tenista de esta nacionalidad en ganar esa competición después de 71 años, tras derrotar al estadounidense James Blake por 7-5 y 6-4.

A Ferrero llegar hasta la penúltima ronda en Queen's le sirvió para volver a meterse entre los cien primeros.

"(Ferrero) Es un jugador durísimo. Juega bien en todas las superficies. Ex número uno", indicó el hombre que espera emular a Fred Perry, el último británico en vencer este "grande" en 1936 (lo ganó un total de tres veces).

El británico ha recordado que "en todos los partidos, sin importar contra quién te midas, especialmente en un deporte individual, puede ocurrir de todo".

Aseguró, eso sí, que sin importar la dureza de su oponente, él lo dará todo en la cancha. "Como ya he dicho, puede pasar de todo ese día. Si juego flojo, hay una buena probabilidad de que pierda contra él pero haré todo lo que pueda para jugar bien. Y si lo consigo, tengo opciones", apuntó.

A la espera de Ferrero, el británico mata la jornada de hoy "durmiendo, entrenándose, tomando un baño de hielo, algo de 'fisio' y comiendo tres o cuatro comidas muy fuertes".

Murray tiene el apoyo nacional como ventaja, y también como lastre, una pesada carga mediática. En cualquier caso, hierve ya la expectación en la "montaña Murray", anteriormente conocida como "colina Henman".

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