Este artículo se publicó hace 14 años.
El Festival de Cine de Tokio arranca con el glamour de Catherine Deneuve
Con el glamour de estrellas como la diva francesa Catherine Deneuve y una estética que daba saltos entre la tradición y la modernidad, arrancó hoy el 23 Festival de Cine de Tokio, donde la película argentina "La mirada invisible", de Diego Lerman, compite por el Gran Premio Sakura.
Quince películas, entre las que está también la española "Primaria", de Iván Noel, concursan en la sección oficial que preside Neil Jordan, galardonado con el Óscar en 1992 por el mejor guión original por "The crying game".
"Yo presenté hace tiempo un filme, 'The company of wolves', en este festival, así que cuando me invitaron a ser presidente del jurado no lo dudé ni un momento", dijo a Efe el cineasta irlandés al pasar por la "alfombra verde".
"El festival es muy importante", enfatizó Jordan al referirse al certamen, que junto al de Busan (Corea del Sur), es uno de los más relevantes de Asia.
Despampanante a sus 67 años recién cumplidos y enfundada en un vestido largo de color negro, Catherine Deneuve fue una de las últimas en desfilar por la alfombra, que al igual que las corbatas y lazos que lucía una gran parte de los invitados, es de color verde, para dar un fuerte a favor de la ecología.
Deneuve protagoniza "Potiche", del francés François Ozon y que será vista dentro de las "Exhibiciones especiales" de este festival que pone hasta su clausura, el próximo domingo, más de cien filmes en la pantalla grande.
Los mayores gritos de los centenares de admiradores tokiotas congregados a las afueras del lujoso complejo de Roppongi Hills los arrancaron las estrellas juveniles. Los decibelios se elevaron con los estadounidense Garrett Hedlund y Olivia Wilde, protagonistas de "Tron Legacy".
Con buen humor y con paciencia para firmar autógrafos a sus admiradoras, Hedlund manifestó a Efe que le "encanta" Tokio y tras recordar que recientemente estuvo en Puebla (México), envió "un saludo a los hispanohablantes".
Pero las estrellas japonesas, cuyos atuendos modernos contrastaban con los kimonos de las actrices más veteranas, también arrancaron suspiros de admiración y algunas veces hasta el descontrol.
Entre las más aclamadas estuvieron la espigada actriz "Anne" (embajadora ecologista del festival) enfundada en un vestido naranja de gasa que contrastaba con su pálida piel, o su colega Norika Fujiwara, la voz japonesa de la princesa Fiona de la segunda entrega de Shrek y quien precisamente se presentó al evento acompañada de una réplica del ogro.
La alfombra verde también estuvo plagada de réplicas de los personajes animados de "Despicable me" o de "Garo-Red requiem" y daba la impresión que faltaba poco para una invasión de mangas o una entrada espectacular de Godzilla.
El respeto por la tradición y los ancianos se hizo sentir con el silencio que acompañó al paso del casi centenario director japonés Kaneto Shindo, cuya película "Postcard" compite también por el premio Sakura, dotado de 50.000 dólares.
El venerable Shindo, llevado en una silla de rueda y vestido con un traje tradicional japonés, se acercó a los fotógrafos para saludar en japonés y no cesó de hacer reverencias, lo que motivó una respuesta unísona de gestos similares por parte de la prensa y el público.
El festival también incluye sendos homenajes a dos iconos de la del séptimo arte de Asia y del mundo: uno por el centenario del nacimiento del fallecido cineasta japonés Akira Kurosawa (1910-1998), y otro por el 70 aniversario del natalicio del legendario Bruce Lee, estrella de las artes marciales que murió a los 37 años.
También se exhibirán cintas como la estadounidense "Winter's Bone", de Debra Granik, "Essencial Killing", del polaco Jerzy Skolimowski y "El escritor", de Roman Polanski.
Rocío Otoya
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