"Si nos fiamos, mal vamos"

La habitación de Joan Capdevila (Tárrega, 3 de febrero de 1978) se transforma en el camarote de los hermanos Marx cuando cae la noche en la concentración de la selección. Como en la Eurocopa, su puerta permanece abierta para albergar las partidas de pocha y póker. "Hasta quince jugadores he llegado a contar una vez", dice Picantes, el sobrenombre de Capdevila, "por la gran cantidad de tabasco que le echo a todo", explica.

Quién le iba a decir que se iba a convertir tan pronto en el abuelo de la selección...

Pues no me había dado cuenta, pero ésta se la guardo a Senna.

En la concentración, se respira relax, ¿no cree que igual se están confiando?

No. El buen rollo ha sido el principio del éxito, aunque sabemos que cada día que pasamos invictos los demás rivales nos tienen más ganas.

¿Cuál es el objetivo en la Copa Confederaciones?

Ganar. Siempre ganar. Es un cartel atractivo, con todos los campeones, y nos apetece ganarlo. Esperamos llegar el 30 con otra Copa más a España.

Nueva Zelanda se antoja un debut muy asequible.

Si pensamos así, mal vamos. Cada día que pasa estoy más convencido de que equipos como Nueva Zelanda son los más complicados en este torneo. Son selecciones que van a darlo todo, los conocemos menos y quien piense que son una banda está muy equivocado.

Sí, pero no pasar la primera fase sería un fracaso estrepitoso

Por eso es más importante mentalizarse de que la primera fase hay que pasarla con un nivel de juego bueno. Lo fácil es motivarse para jugar con Brasil e Italia. Contra Nueva Zelanda, Irán y Suráfrica, habrá que remangarse. Además, si ganamos el primero, todo será más fácil.

¿No se sienten raros al comenzar un torneo con la obligación de ganarlo?

No somos favoritos para ganar esta Copa. Si por ganar la Eurocopa somos favoritos, no quiero pensar si ganamos el Mundial. Esa responsabilidad la tienen que llevar otros. Optamos a ganar el Mundial, pero de ahí a ser favoritos...

Despeja balones

No es que no queramos ser favoritos. Nuestro triunfo es hacer un fútbol atractivo. La dinámica de convivencia es fantástica y somos un grupo joven.

¿Con quién sueña enfrentarse en la final?

Si no le digo Brasil, miento. Es algo que soñamos todos desde pequeños. Tenemos que comprobar que podemos jugarle de tú a tu y ver si nos sirve para cuando llegue el Mundial.

¿Cuál fue el día en el que se dio cuenta que podían ganar a cualquiera?

Cuando Cesc marcó el penalti a Buffon en los cuartos de la Eurocopa. Ahí se vio que España se había hecho mayor.