Este artículo se publicó hace 15 años.
"La ficción tiene unos códigos más sensatos que la realidad"
El escritor gaditano acaba de publicar un divertido volumen de poemas, ‘Vidas improbables', en el que rescata la obra perdida de 16 poetas apócrifos
A la busca de una voz propia, Felipe Benítez Reyes (Rota, Cádiz, 1960) se encontró con las Vidas improbables (Ed. Visor) de 16 misteriosos poetas apócrifos. Con la mochila de explorador a la espalda, se lanzó a rescatar sus poemas perdidos y halló un volumen cachondo, divertido, con retranca.
¿Qué buscaba con este libro?
Partió de un propósito de ensayar registros poéticos distintos a mi registro habitual. Un intento de impostación de voces poéticas, situando tales voces en distintas épocas literarias.
"Berlusconi es tan histriónico que no sirve como personaje de novela ni de película"
¿Por qué vuelve a las vidas improbables?
La primera edición se publicó en 1995, luego se ha ido reeditando, pero siempre con arreglo a la edición original. Y en todo ese tiempo se me fueron ocurriendo más poetas fantasmagóricos.
Tenía mucho material y se presentó la ocasión de publicar esta nueva edición ampliada.
¿Cómo surgieron las vidas?
Pues en un momento en que no sabía qué camino tomar. Era un modo de salirme de mí mismo, de meterme en la piel de otros poetas imaginarios. Si no encuentro mi voz, me dije, voy a buscar voces fuera.
¿Busca antes los poemaso las vidas?
Es un proceso global: concibes de entrada a un personaje y luego le atribuyes un modo poético, lo sitúas en una época y le inventas una biografía. Todo se basa en imposibilidades, digamos, pero el resultado ha de ser verosímil, dentro del registro de farsa, claro está. La coherencia es un requisito indispensable.
Su amigo Joaquín Sabina buscó una vida improbable para su nuevo disco: la del escritor Benjamín Prado, que lo ayudóen las letras.
Las buenas canciones y los buenos poemas siempre cuentan una historia, más o menos abstracta, pero una historia.
¿Le ha gustado entonces el disco?
Sí, claro. Le ha salido un disco estupendo. Me alegro mucho, él puso mucha ilusión en ese disco.
Sólo una mujer entre 16 poetas apócrifos. ¿La poesía es cosade hombres?
La poesía es cosa de personas.
¿Se siente más cómodocon una voz de hombre?
Me temo que lo lógico es contestar que sí. Las obras literarias no tienen sexo, pero hay características peculiares de cada sexo.
Sin embargo, no le ha salido otro personaje femenino.
No. Para la próxima edición quizá saldrá alguno. No es cuestión de cupo.
¿Un poema es sólo versos? ¿Puede un poema ser una imagen?
A un poema le conviene tener capacidad de sugestión, que no acabe en sí mismo, que tenga capacidad de reverberar, que abra puertas imprevistas. La poesía es un arte y como tal tiene muchos recursos estilísticos, entre ellos las imágenes. La necesidad de expresión poética es algo que se ajusta muy bien a nuestra condición dubitativa e indagante sobre el mundo y en torno a nuestras emociones.
¿Es amigo de las lecturas públicas de poemas?
En mi pueblo no hay [vive en Rota]. Pero a quien le guste, bien. Yo prefiero leer el libro y establecer un diálogo con el texto en el papel. Los amigos, cuando me dan a leer un poema, me lo dan en papel. La voz traiciona.
En el libro etiqueta a los poetas: el modernista simbiótico, el príncipe del Delta... ¿Es una buena fórmula para describir una realidad?
Las etiquetas sólo sirven para ser etiquetas. En el caso de este libro, es un modo de designarlos, de situarlos. Una característica que sirve de resumen.
Sus poemas están muy trabajados. ¿Qué opinade la escritura automática?
Tiene sus riesgos, ¿verdad?, y no siempre es tan automática como se dice. A veces hay más premeditación que automatismo. El pensamiento puede ser caótico, sin duda. Pero yo entiendo la poesía más como una ordenación de lo caótico que como una exhibición del caos.
Le voy a proponer una serie real de personajes improbables. Ahí va el primero: Silvio Berlusconi.
Es tan histriónico que no serviría como personaje de novela ni de película. El lector o el espectador diría: ¡Qué exageración! ¿Cómo un pelele así puede llegar a dirigente de uno de los países más antiguos del mundo? La ficción tiene unos códigos más sensatos que la realidad. La realidad admite todo, la literatura no. Tiene que ser más selectiva.
Barack Obama.
Es curioso que coincida el Nobel de la Paz con el envío de más tropas. Son los giros surrealistas que toma la realidad y que la literatura no se atreve a dar, porque resultarían demasiado absurdos. Las paradojas tienen un límite.
Joseph Ratzinger.
Está en su papel, eso es lo que le ha tocado. Mala suerte. No me cambiaría por él ni por toda la púrpura del mundo. Convertirse en el vicario de Dios en la tierra exige un grado muy alto de autosugestión. Son papeles que si uno se los cree, resultan más llevaderos. Lo que me preocuparía es que no se creyera del todo el suyo. Lo sentiría mucho por él, porque dar por hecho que uno tiene teléfono rojo con Dios y que luego en el fondo no se lo crea
¿Qué sensaciones le produceel régimen cubano?
Allí se está acabando con los sueños individuales de todo un pueblo para satisfacer el sueño de un delirante, de un megalómano que se considera el salvador indispensable de ese pueblo.
¿Cree que la izquierda debe reubicarse?
Me temo que sí, aunque no sé cómo. El capitalismo crea una crisis mundial, empobrece a la gente; y la gente, en vez de dudar del sistema, opta por hacerse más reaccionaria. La derecha tiene a su favor la inseguridad, que le beneficia.
¿Entendería que muriese Aminatou Haidar por la causa saharaui?
Más que la vida no vale nada. Someterse a un martirio por una causa que va a tener repercusión mediática durante un tiempo, y luego todo el mundo va a olvidarse de eso, y va a ser una muerte, como la de casi todos los mártires, ineficiente, no inútil, pero sí ineficiente, creo que es triste. No comprendo el martirio. Si hay que luchar por algo, es mejor luchar vivo que muerto.
En la fosa donde supuestamente está el cadáver de Federico García Lorca no ha aparecido aún resto alguno. ¿Qué opina?
No hay sepulturas dignas o indignas, sino en cualquier caso cadáveres dignos o indignos. Un esqueleto no es una persona. Soy poco partidario de la glorificación de los restos y las reliquias. Esa superstición la ha explotado demasiado la Iglesia. Lo importante es la obra y el recuerdo que dejó Lorca. Este asunto depende de la familia, aunque se ve que no. Tan respetable es el que quiere como el que no quiere desenterrar a sus antepasados. Que quiere, estupendo; que no quiere, pues muy bien. Hay quien no necesita una tumba para rezar o para llorar sobre ella. La memoria que deja una persona puede tener otra dimensión.
¿Le influyó Lorca?
No tanto influencia como puro placer de lectura. Fue un poeta con muchísima imaginación, que es algo poco frecuente. Tenía mucha imaginación. Sobre todo imaginación verbal. A mi entender, ha sido el gran poeta verbal del siglo XX en España. Su palabra siempre tiene un eco mágico.
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