El fichaje de Ronaldo, una larga historia

Por fin se ha puesto punto y final a uno de los mayores culebrones futbolísticos de los últimos años. Cristiano Ronaldo ha fichado por el Real Madrid por la friolera de casi 100 millones de euros. Pero no ha sido un fichaje ni mucho menos fácil.

Todo comienza con Ramón Calderón. Al ex presidente del Real Madrid se le antoja en 2007 fichar al crack portugués a toda costa, al igual que le ocurre con Kaká, Cesc y Robben -sólo vino el último-.

Pero sólo recibe una respuesta del Manchester: 'no'. El United no quiere vender y Calderón aprieta a toda costa, pero se queda sin él.

En 2008 vuelve a la carga a por el portugués. Basándose en una declaraciones del 'crack' del Manchester United en las que muestra su deseo de dejar Inglaterra y fichar por el Real Madrid, Calderón vuelve a intentar un acuerdo por el delantero.

El verano de 2008

Es en el verano de este año cuando tensa la cuerda al máximo, pero se vuelve a llevar un no por parte de los 'red devils', que no están dispuestos a desprenderse de su estrella.

El 'no fichaje' de Ronaldo en 2008 le leva a fichar sólo a Van der Vaart

Calderón se queda sin su fichaje preferido y esto le lleva a utilizar el 'plan B' para acabar haciendo una horrible planificación de la plantilla que consiste en fichar al mediocre Van der Vaart.

El entrenador por entonces del club, Bernd Schuster, coge un cabreo monumental por esta decisión, que finalmente acabará en su destitución.

"No le vendería ni un virus"

Finalmente, Calderón, antes de marcharse por la puerta de atrás del Real Madrid, consigue cerrar un preacuerdo con el Manchester, ese club que dijo que no le vendería a Calderón "ni un virus" -Alex Ferguson dixit-.

El acuerdo es que el Real Madrid pagará 80 millones de libras -alrededor de 94 millones de euros- por el jugador antes del 30 de junio de 2009, y si no se hace efectivo este traspaso, tendrá que pagar 30 millones de euros al club inglés como penalización. Es la 'particular venganza' de Calderón con Florentino Pérez.

El Manchester, harto de desplantes y declaraciones del portugués ha decidido que la historia se ha acabado.