Este artículo se publicó hace 15 años.
Fidel Castro no quiere escuchar el "infame" nombre de la OEA
El ex presidente cubano Fidel Castro dijo el martes que Cuba no quiere ni oír el "infame" nombre de la Organización de Estados Americanos, antes de la Cumbre de las Américas en la que algunos líderes de la región podrían abordar el reingreso de la isla al organismo.
Castro, de 82 años y alejado de la mirada pública desde que enfermó hace casi tres años, respondió así a recientes comentarios del jefe de la OEA, José Miguel Insulza, acerca de que la isla debe expresar su compromiso con la democracia si quiere regresar a la institución.
"La OEA tiene una historia que recoge toda la basura de 60 años de traición a los pueblos de América Latina", escribió Castro en la página web oficial www.cubadebate.cu.
Cuba fue suspendida de la OEA en 1962 por presiones de Estados Unidos en medio de la Guerra Fría.
"(José Miguel) Insulza afirma que para entrar en la OEA, Cuba tiene primero que ser aceptada por la institución. Él sabe que nosotros no queremos ni siquiera escuchar el infame nombre de esa institución", agregó el líder cubano.
El artículo, que titula "¿Tiene la OEA derecho a existir?", es el tercero que publica Castro en las últimas 24 horas.
"Nos ofende incluso, al suponer que estamos deseosos de ingresar en la OEA. El tren ha pasado hace rato, e Insulza no se ha enterado todavía", escribió el ex presidente.
En la Cumbre de las Américas que comienza el viernes varios líderes latinoamericanos propondrán el retorno de Cuba a los foros hemisféricos y exigirán el levantamiento del embargo comercial que aplica Estados Unidos a La Habana desde hace 47 años.
"Algún día muchos países pedirán perdón por haber pertenecido a ella (OEA)", agregó Castro en el texto.
Varios líderes de la zona, como el presidente venezolano Hugo Chávez, principal aliado de Cuba, han cuestionado la ausencia de la isla de la Cumbre de Trinidad y Tobago, en la que estarán representados más de 30 países de América Latina y el Caribe y a la que asistirá el presidente estadounidense, Barack Obama.
El Gobierno de Obama anunció el lunes la liberalización de los viajes familiares de cubano-estadounidenses a la isla, el envío de remesas y la autorización a empresas estadounidenses de telecomunicaciones para que hagan negocios con Cuba.
Las medidas de Obama marcan un cambio radical respecto a la política de confrontación del anterior presidente, George W. Bush. Sin embargo, miembros de su Gobierno han señalado que no quieren que el espinoso tema de Cuba domine la Cumbre de las Américas.
En dos artículos anteriores publicados entre el lunes y el martes, Castro dijo que la medida de Obama es "positiva" pero "mínima" y aseguró que la isla "no extenderá jamás sus manos pidiendo limosnas".
Fidel Castro no tiene un cargo en el ejecutivo de su hermano Raúl, que le sustituyó en la presidencia de Cuba hace poco más de un año. Sin embargo, se le consultan las principales decisiones de Estado.
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